El quinto borrador de la ordenanza cívica recibió ayer en mayor o menor medida el respaldo de los grupos políticos de oposición y el apoyo sin reparos de las asociaciones vecinales, que abogan incluso por endurecer las sanciones contra los autores de actos incívicos o de vandalismo. El texto está listo para ser sometido a la corrección de erratas y expresiones ambiguas o confusas, para ampliar la lista de objetivos y para recoger las sugerencias planteadas, en caso de que los técnicos, que ya han realizado sus aportaciones, lo consideren oportuno, según informó la edil de Urbanismo, Meri Martínez.

«Si da tiempo, la próxima semana la llevaremos a comisión y si es posible a la sesión plenaria extraordinaria de finales de mes; si no da tiempo, la llevaremos a pleno en noviembre», explicó.

Martínez, y el concejal de Seguridad Ciudadana, José Manuel Salvador, se reunieron por la mañana con los grupos de oposición y por la tarde con los representantes de las asociaciones vecinales. En el encuentro político, IU pidió que quedara sobre la mesa a la espera de los informes técnicos. Martínez recordó que todos los técnicos ya han revisado el documento y emitirán informes favorables.

A propuesta del PSOE, pero con el respaldo de UPL e IU; el equipo de Gobierno tendrá en cuenta la posibilidad de ampliar la lista de objetivos de la ordenanza, y de incorporar también una prohibición expresa de la prostitución en las vías públicas y la persecución y sanción de sus inductores, aunque hoy por hoy no se den este tipo de situaciones en la ciudad. Del mismo modo respaldan la prohibición de la mendicidad que resulte «intimidatoria, molesta o coactiva». La oposición se mostró partidaria de definir más los tramos de sanción por importes, según explicó la edil de Urbanismo.

Por la tarde los responsables de las asociaciones vecinales transmitieron a los interlocutores municipales su apoyo a un documento cuyo régimen sancionador, sin embargo, les parece blando. Los presidentes de las AA VV de los barrios pusieron como ejemplo los pipi-can instalado el pasado mandato. No se usan y sin embargo las deyecciones de perros rodean este mobiliario, explicaron, y por ello pidieron aumentar las multas a quienes no cumplan la ordenanza, para cuya entrada en vigor reclamaron también celeridad.