Flora y su compañera de cuarto, Esperanza, discutieron una hora antes de que se declarase el incendio en la habitación que compartían y se diese la voz de alarma. Un pañuelo de vestir pareció ser el detonante de la riña que obligó a intervenir a la cuidadora de noche treinta minutos después de que los internos se retiraran a sus habitaciones.

Alertada por la discusión, la monitora entró en el cuarto y comprobó que Flora se hallaba nerviosa y excitada por lo sucedido. Para evitar que la discusión pudiese reproducirse decidió cambiar a la compañera de habitación y la joven se quedó sola en el cuarto donde se originó el incendio.

Según ha podido saber este periódico, la cuidadora realizó esta declaración a la Policía horas después, y mientras algunas fuentes de Asprosub únicamente pudieron confirmar ayer que Flora estaba sola cuando el humo comenzó a salir por debajo de la puerta de la habitación, otras refrendaron que la discusión y el cambio de habitación de la compañera se había producido una hora antes de que el fuego se declarase, siendo la riña por el pañuelo la razón por la que ambas compañeras fueron separadas.La joven había pasado la tarde con normalidad, sin dejar entrever a sus cuidadores ningún indicio de nerviosismo o de preocupación, sin embargo tras la riña su estado de ánimo pareció cambiar.

Los investigadores tendrán que determinar de qué medios se valió la joven para prender fuego al colchón de la cama de su compañera y si la discusión ocurrida una hora antes en el cuarto precipitó lo que sucedió después o la joven ya lo venía premeditando con anterioridad.

La Residencia de Medios mantiene diferenciadas las zonas de varones y de chicas. Aunque hay un pasillo común, unas y otra zona pueden quedar perfectamente aislada. Todos los internos pudieron ser evacuados, primero del pabellón masculino y luego del femenino, donde curiosamente se había originado el fuego. Solo al final de la evacuación se halló el cuerpo sin vida de Flora, arrodillado pero reposando a lo largo en su cama.