La provincia de Zamora cuenta con casi 500.000 hectáreas de superficie forestal y unos 90.000 propietarios. La crisis también se ha cebado en esta actividad retrasando las ayudas públicas, lo que ha obligado a numerosos autónomos y empresas del sector a dejar sus propiedades casi abandonadas. No se han cumplido las expectativas creadas hace años cuando la Administración -tanto la central como la autonómica- vendieron la riqueza forestal como uno de los pilares del desarrollo rural.

El sector forestal sufrió un auténtico varapalo en su línea de flotación al no conseguir una participación del 15% de participación de los Fondos del Programa de Desarrollo Rural, consiguiendo un porcentaje mucho menor, a pesar del compromiso verbal del anterior consejero de Medio Ambiente, según han denunciado en este periódico en varias ocasiones fuentes del sector.

Ralentización de ayudas

La ralentización de las ayudas -en tres años apenas han llegado fondos al sector- ha hecho que muchos propietarios no hayan podido limpiar sus fincas, que las empresas del sector estén al mínimo (y muchas desaparecidas) y no hayan podido dar empleo a una plantilla que llegó a alcanzar los 1.000 trabajadores. La deuda acumulada llegó a acercarse a los tres millones de euros, aunque parte de ella ya ha sido saldada.

Por su parte, la Administración regional mantiene su apuesta por los montes y ayer presentó su modelo forestal propio, que se consolida, según informa la agencia Ical, como un "referente" de las políticas de conservación que compatibilizan el aprovechamiento, bajo el eje de la sostenibilidad, para fijar población en el medio rural. Además, la Junta se plantea habilitar fondos de mejora con más recursos para titulares de montes de utilidad pública e iniciar las primeras experiencias piloto de agrupación forestal para reducir los minifundios. Con motivo del Día Internacional de los Bosques, el PRAE, ubicado en Valladolid, acogió una jornada en la que, según recoge Ical, intervino el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien destacó el "esfuerzo del Gobierno autonómico para desarrollar un modelo forestal "integrador" que apuesta por la "conservación aprovechando" y por el "aprovechamiento conservando". Además, destacó que para ello ha sido clave la estabilidad que ha aportado a este sector durante los últimos 30 años. Suárez-Quiñones, de acuerdo a la misma fuente informativa, destacó que la superficie forestal está en "expansión" en Castilla y León y mejora, lo que en su opinión puede ayudar a retener población en el medio rural. El consejero remarcó que la Comunidad ha recuperado el 60% de este área, tras la deforestación que no se frenó hasta la década de los setenta del siglo pasado, por el desarrollo agrario y la diáspora hacia la ciudad.

La superficie forestal de Castilla y León ha pasado en 40 años de 1,9 a 4,8 millones de hectáreas, según el propio consejero de Fomento y Medio Ambiente.

A pesar de los datos optimistas aportados ayer por la Junta, fuentes del sector han confirmado a este periódico en varias ocasiones en los últimos meses el bajón de obra y de empleados que existe hoy en Zamora en relación al año 2010. Las acciones laborales en el sector se centran, sobre todo, en el plan de retenes de incendios en la temporada estival.

Lo cierto es que, según datos de la Asociación Española para la Sostenibilidad Forestal publicados por Ical el pasado febrero, Castilla y León contabilizó al cerrar 2016 un total de 718.077 hectáreas forestales certificadas, un 6,12% más que en 2013, lo que la sitúa a la cabeza del país con diferencia por delante de Cataluña, Andalucía y Galicia. Sin embargo, la tendencia de Castilla y León no se ha producido en Zamora, una de las dos provincias de la región junto a Palencia que decrecieron en los últimos cuatro años en certificación forestal en un 15,7%.