La consejera de Agricultura de la Junta, Milagros Marcos, anunció hoy que la Junta elevará entre un 11,5 y un 21 por ciento las ayudas al cultivo de la remolacha de los fondos agroambientales del programa de desarrollo rural, y los beneficiarios pasarán a percibir este año entre 390 y 450 euros por hectárea, en función de su rotación de cultivos. Asimismo, anunció que sacarán una nueva convocatoria para que se incorporen nuevos remolacheros a estos apoyos a un sector que ocupa a 4.000 agricultores en la Comunidad, el 15 por ciento jóvenes.

Marcos explicó que ya han solicitado permiso a la UE para ampliar estas ayudas, que pretenden incentivar el cultivo ante la desaparición del sistema de cuotas, para que los cultivadores de la Comunidad puedan asumir parte del millón es toneladas que importa España cada año, y que las molturadoras de Castilla y León alcancen el cien por cien de su capacidad de producción.

Sin embargo, arremetió contras la intención del Gobierno de España de poner en macha un impuesto dulce, que grave las bebidas con alto contenido azucarado, y advirtió de que la Junta “no se doblegará” a este gravamen ante sus perniciosos efectos sobre el sector, ya que “demoniza” el consumo de azúcar.

La consejera hizo estas declaraciones durante la inauguración de la jornada de remolacha azucarera 'Avances científicos, soluciones agronómicas y siembras 2017', organizada por Aimcra, en el marco de la feria Agraria, con un millar de participantes. Durante su intervención, Milagros Marcos recordó la apuesta del Ejecutivo autonómico por este cultivo “social” y concretó que la raíz cuenta con apoyos de 21 millones de euros, más de 12 asociados a la PAC; y entre siete y ocho a través del PDR.

La consejera ensalzó la importancia de una actividad “estratégica” con “especial relevancia” en Castilla y León, una cultivo “social, dijo, que genera arraigo en los pueblos”, con 4.000 cultivadores, más los 1.3000 puestos directos en las industrias, y los 1.500 indirectos. Un sector que asume el 70 por ciento de las 32.000 hectáreas sembradas en España; cuatro de las cinco molturadoras en activo; y una producción de azúcar de 421.000 toneladas, el 85 por ciento del total nacional.

Marcos recalcó el esfuerzo permanente del sector por mejorar la productividad a través de la selección de semillas, los abonos y los tratamientos fitosanitarios; y precisó si en 1986 los rendimientos estaban en 42 toneladas por hectárea, hoy se sitúan entre 105 y 110. Agregó que desde 2000, cuando eran de 70 toneladas, éstos crecieron un 157 por ciento, lo que refleja la “profesionalización importante” del sector.

Además, alabó los acuerdos interprofesionales de cultivadores e industria desde la entrada en la UE, unas prácticas, constató, que constituyen un ejemplo de estabilidad, que deberían copiar otros cultivos. Indicó que éstos acuerdos representan “una herramienta de gran valor y de referencia” y advirtió de que el futuro se ganará siendo más fuertes mediante el asociacionismo; y con contratos estables que garanticen unos precios dignos.

Milagros Marcos también reseñó el impulso que darán a los regadíos a través de los 600 millones de inversión previstos hasta 2020 a través de mapa de infraestructuras agrarias. Asimismo, expresó su preocupación por el impacto de los costes energéticos en la remolacha, para apostar por el desarrollo de contratos conjuntos entre los cultivadores que los abaraten.

Marcos precisó que pese a la importancia de este sector en la Comunidad, constituye una pequeña aportación a nivel mundial, donde se producen entre 160 y 180 millones de toneladas anuales, el 80 por ciento de caña de azúcar; y concretó que Castilla y León ocupa el octavo lugar entre los 18 países productores de la UE.

Oportunidad de futuro

La consejera resaltó, en este contexto, que España consume 1,5 millones de toneladas de azúcar y sólo puede producir medio millón, por lo que la finalización de las cuotas supondrá una gran oportunidad de expansión para el sector. Así, constató que Castilla y León tiene “mimbres” para crecer, con un sector muy profesional, con experiencia y dos grandes industrias, que no están molturando al 100 por ciento de su capacidad. “Tenemos la mejor zona de producción”, dijo, para instar a cultivadores e industria a seguir colaborando para poder aprovechar toda su capacidad productiva.

Ayudas pendientes

Al finalizar la intervención de la consejera, uno de los cultivadores la increpó y exigió que la Junta que pague a los remolacheros la ayuda pendiente de la campaña 2011-2012. Marcos aclaró con posterioridad que el problema “llega desde 2011”, en un momento de crisis en el que “hubo múltiples ayudas que no se pudieron conceder porque el Gobierno del PSOE no elaboró los presupuestos en su momento” y la Junta tuvo que prorrogar los suyos. “Había líneas ya convocadas y no se pudieron resolver”, dijo.

Esta situación fue recurrida por parte de los cultivadores, unos 100, a los que les dio la razón el juzgado, y cobraron el año pasado 300.000 euros. Sin embargo, en este momento hay otra reclamación colectiva, de otros 600 cultivadores, dijo, y cuando se emita la sentencia “la cumpliremos, porque no puede ser de otro modo”, concluyó.