Otra mala cosecha de cereal unida a la crisis de los principales sectores ganaderos provocaron la atonía en la renta agraria de la Comunidad en 2015, cuando prácticamente se estancó respecto al "pésimo" año anterior y perdió una cuarta parte de su valor en comparación a 2010. Los datos publicados por la Consejería de Agricultura, recogidos por Ical, reflejan que la renta agraria en Castilla y León se situó al cierre de 2015, en los 1.886,34 millones de euros, lo que supone un ligero avance del 1,1% respecto a 2014 (1.864,37), pero un retroceso del 24,5% en comparación a los ingresos del campo de hace un lustro (2.499,52).

El análisis de los últimos cinco años, reflejan un crecimiento de la producción de la rama agraria del 3,9 por ciento, hasta los 5.245,12 millones de euros el año pasado. Sin embargo, los consumos intermedios (combustible, fertilizantes, herbicidas, semillas, forrajes, etc...) se dispararon un 20,9%, con un valor de 3.488,82 millones. El Valor Añadido Bruto (VAB) -producción menos consumos- se situó en los 1.756,29 millones, con una merma del 18,8%; y el neto (menos amortizaciones), en 1.046,44 millones, que reflejan una bajada del 30,7 por ciento, cifra a la que se deben añadir los impuestos (33,48 millones) y las subvenciones (873,38 millones) para alcanzar la renta agraria.

Cabe destacar también el comportamiento desigual de los sectores productivos, con una reducción importante de la producción vegetal entre 2010 y 2015, del 6,5%, hasta los 2.315 millones de 2015. El sector ganadero avanzó, sin embargo, durante el periodo de estudio un 14,3%, con 2.568,17 millones. En cuanto a la producción de servicios, sumaron en 2015, un total de 104,57 millones, un 26,3% más que en 2010; y otras producciones, 256,65 millones, con un aumento del 6,4%.