El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) ha propuesto hoy al sector vitivinícola limitar al 0,6 % el incremento de las nuevas plantaciones para 2016 -unas 6.000 hectáreas a nivel nacional-, pero las organizaciones agrarias piden que reduzca más este porcentaje.

Así lo han asegurado a Efeagro fuentes de las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, tras la reunión mantenida con representantes del Ministerio, en la que también han participado Cooperativas Agro-alimentarias, la patronal del vino, las asociaciones de destiladores y la Conferencia de consejos reguladores (Cecrv).

Las organizaciones tendrán diez días hábiles para hacer alegaciones al Departamento, con el objetivo de que el Ministerio pueda adoptar una decisión definitiva con el 1 de febrero como tope, según se establece en el calendario.

El sector agrario defiende que el incremento de potencial sea el menor posible para evitar distorsiones en el mercado, porque a las nuevas autorizaciones hay que sumar miles de hectáreas comprometidas ya desde el anterior sistema para plantar en los próximos años.

En enero de este año entra en vigor el nuevo sistema de autorizaciones de plantaciones -nueva OCM del vino- que debe sustituir al tradicional régimen de derechos de plantación.

La Unión Europea dejaba a los Estados la decisión sobre el aumento del potencial productivo, con un máximo del 1 % de crecimiento anual de la superficie, una vez consultados los sectores profesionales del vino, según ha recordado el secretario regional de UPA en Castilla-La Mancha, Julián Morcillo.

La propuesta del Ministerio -que aún no es oficial porque ahora se abre un período para que el sector envíe sus alegaciones- se traduciría en el incremento para 2016 de alrededor de 5.752 hectáreas (+0,6 %), mientras que UPA defiende que se adopte el menor crecimiento posible, testimonial, del 0,001 %.

El responsable sectorial de Asaja, José Ugarrio, defiende que el incremento de autorizaciones para 2016, el primero de aplicación del nuevo sistema, sea "lo mínimo posible", por lo que el 0,6 % propuesto provisionalmente por el Ministerio le parece "bastante".

Más aún, cuando hay 68.000 hectáreas procedentes de derechos de plantación que quieren convertirse en autorizaciones, por lo que a su juicio "primero debería gestionarse ese potencial que ya tenemos, ver cómo funciona, y si con el tiempo hace falta, aumentarlo".

Sin embargo, "ahora, los precios de los vinos no están para tirar cohetes", por lo que no son aconsejables grandes incrementos.

El responsable de vino de COAG, Joaquín Vizcaíno, entiende que el Ministerio ha optado por lanzar una propuesta "prudente", al no llegar al límite del 1 % que permitía la normativa europea, pero ha considerado que "seguramente está por encima de lo que debería", por lo este potencial productivo debería ser "más restrictivo".

No habla aún de porcentajes concretos -que COAG deberá consensuar y proponer ahora en sus alegaciones al Ministerio-, pero advierte de que no son deseables incrementos dada la situación de mercado, los bajos precios del vino, los rendimientos económicos y la escasa rentabilidad de las explotaciones, y que todavía quedan pendientes de plantación, del anterior sistema, de miles de hectáreas.

Así, ha apuntado que aún hay derechos "en cartera", vinculados a las reestructuraciones de viñedo, que se irán poniendo en años sucesivos -podrían rondar las 18.000 hectáreas este año y otras tantas el próximo-, "cantidades que son mucho mayores a las que se pondrán en marcha con el nuevo sistema de autorizaciones".

La nueva OCM no gusta a las organizaciones agrarias porque, entre otros aspectos, elimina la posibilidad de comprar y vender autorizaciones -como sí ocurría con los antiguos derechos-.

Bruselas planteaba limitar a 30.000 hectáreas anuales las autorizaciones de nuevos viñedos en el ámbito europeo -10.000 de ellas podrían corresponder a España-, aunque los Estados pueden decidir aumentos menores al 1 %.

Las Denominaciones de Origen tienen potestad en el nuevo sistema para establecer las limitaciones que consideren en su ámbito.

La Conferencia que reúne a los Consejos Reguladores, la Cecrv, consideraba recientemente, a Efeagro, que "el espíritu" del nuevo sistema de autorizaciones en la Unión Europea era positivo porque busca que la oferta se ajuste a la demanda y evitar una sobreproducción o devaluación significativa de una DOP o de una IGP.

Pero, a su juicio, se debería haber pormenorizado el porcentaje de crecimiento anual por zonas de producción.

"Faltan también disposiciones o garantías para evitar riesgos de crecimiento encubierto de plantaciones en determinadas zonas, vía replantaciones", ya que la norma especifica que se podrá replantar dentro de la misma explotación en la que se produjo el arranque, pero el concepto de explotación "es muy amplio", según la Cecrv.

"Podrían arrancarse y replantarse viñas dentro de una misma explotación, pero en diferentes zonas de producción", apuntaba