Redes de pesca convertidas en asfalto en la Politécnica de Zamora

Un proyecto investigador de la Politécnica transforma artes pesqueras en firme más resistente para las carreteras, una solución rodada que les da una segunda vida útil

Redes de pesca en un puerto asturiano. | Ricardo Solís

Redes de pesca en un puerto asturiano. | Ricardo Solís / Alberto FerrerasA. F.

¿Cómo acabar con el problema de las redes de pesca que ya no sirven y son desechadas? ¿Cómo hacer asfalto más resistente a las inclemencias meteorológicas y la degradación que sufre con el paso del tiempo?

Ambas preguntas tienen una misma respuesta que ha encontrado un equipo investigador del campus Viriato de Zamora.

La solución rodada que da una segunda vida útil a las artes pesqueras sale de los laboratorios de la Escuela Politécnica Superior de Zamora, donde desde finales de 2022 un equipo de docentes de ese centro universitario, junto con la colaboración del investigador de la Universidad Austral de Chile Manuel Lagos y de una alumna de Ingeniería Civil que realiza el proyecto fin de grado, trabajan para conseguir la fórmula óptima que utiliza las redes de pesca como polímero para las mezclas de bituminoso de las carreteras.

Polvo de redes de pesca utilizado para la mezcla con betún. | Cedida

Polvo de redes de pesca utilizado para la mezcla con betún. | Cedida / Alberto FerrerasA. F.

Por el momento, el proyecto, que no concluirá hasta finales de este año, ofrece unos resultados esperanzadores y "altamente alentadores". La directora de esa investigación financiada con fondos europeos Next Generation, Diana Movilla, explica que ahora intentan descubrir cuál es la cantidad óptima del polvo de redes de pesca que deben añadir al árido y al betún que se mezclan para hacer el asfalto. El nailon de las redes de pesca es "un material polímero bastante resistente". De esta forma, se contribuye a alargar la vida útil de la mezcla con betún y se da una segunda vida a las propias redes, promoviendo a su reciclaje y fomentando la economía circular.

Movilla explica que para el proyecto utilizan redes desechadas que les facilita la cofradía de pescadores Virgen de la Guía de Ribadesella. Desde ese puerto del Cantábrico asturiano les han enviado ya tres fardos con el hilo de las redes. Una vez que llegan al centro investigador del campus, las lavan y las convierten en polvo para añadirlo al betún que "al final es el pegamento". Los ensayos los han hecho por el momento "a escala más micro" para ver la cantidad óptima de mezcla.

Para evaluar la resistencia y durabilidad del bituminoso han adquirido un reómetro de corte dinámico, un aparato que permite realizar mediciones precisas de las mezclas de ligante asfáltico y betún. Así han podido caracterizar el comportamiento de la nueva fórmula a base de betún y redes de pesca para estudiar aspectos relativos a su deformación, fluidez o la respuesta que ofrece a fuerzas y tensiones, de cara a su utilización para el firme de las vías de comunicación.

Integrantes del equipo investigador, en la Politécnica. | Cedida

Integrantes del equipo investigador, en la Politécnica. | Cedida / Alberto FerrerasA. F.

Desde la Politécnica explican técnicamente que la innovación del proyecto consiste en "modificar la estructura interna del ligante bituminoso con residuos poliméricos de las redes de pesca, para corregir sus propiedades viscoelásticas, evidenciando su influencia en rendimiento a la fatiga y a las deformaciones permanentes".

Pese a los buenos resultados obtenidos hasta ahora en laboratorio en este proyecto, habrá que esperar aún un tiempo para su aplicación práctica que permita la transferencia del conocimiento del laboratorio al asfalto, ya que en la investigación que concluye a finales de año aún no contempla en esta fase llevar esta nueva mezcla de bituminoso a un tramo concreto de carretera.

Reómetro utilizado en la investigación.

Reómetro utilizado en la investigación. / Cedida

Aún así, será cuestión de tiempo ya que la investigación sí ha determinado por ahora que "el polvo residual de las redes de pesca logra aumentar significativamente la rigidez de la muestra" de bituminoso de cara a su uso en el firme de las carreteras. Ese efecto se traduce en "una mayor resistencia a deformaciones plásticas, especialmente cuando el pavimento alcanza altas temperaturas". Es decir, que las redes de pesca pueden ser un mejor polímero que los utilizados hoy en día para el asfalto de las carreteras, tal y como se aprecia en los primeros resultados de este proyecto investigador denominado "valorización de redes de pesca en desuso para la producción de mezclas bituminosas orientada a la transición ecológica".

Un millón de toneladas para reciclar y dejar de ser una amenaza para las especies marinas

El potencial de reciclaje de las redes de pesca para transformarlas con ayuda de la ciencia y la tecnología en asfalto para carreteras no es infinito pero sus números no son precisamente pequeños. Los expertos calculan que en todo el mundo existen casi un millón de toneladas de aparejos de pesca abandonados, perdidos o desechados que representan "una de las formas más letales de plástico en los océanos", según exponen desde el proyecto impulsado por la Politécnica, que recuerdan que esas redes a la deriva amenazan dos de cada tres especies de mares y océanos y sus consecuencias se pueden ver a menudo en tortugas o aves marinas.

Pese a existir un convenio internacional para prevenir la contaminación por los busques, "el desafío de las redes persiste, particularmente en lo que respecta a su eliminación en tierra firme", exponen. Ahora, desde un lugar de interior como Zamora ofrecen una solución que desde la ingeniería fomenta la economía circular y contribuye al desarrollo sostenible, "generando soluciones creativas y ambientalmente responsables para los desafíos actuales y futuros". Por delante quedan muchos kilómetros de recorrido, pero en el campus Viriato han puesto el firme que da una segunda vida más ecológica a las artes de pesca.

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