Cuidar el corazón: mejor a los 20 que a los 50

El cardiólogo del CNIC, Borja Ibáñez, aboga por el control precoz del riesgo cardiovascular, mientras el periodista Iñaki Cano cuenta su experiencia tras sufrir un infarto

El director científico del Centro Nacional de Investigación Cardiovascular, Borja Ibáñez, con el periodista Iñaki Cano en las Jornadas Infosalud de Caja Rural.

El director científico del Centro Nacional de Investigación Cardiovascular, Borja Ibáñez, con el periodista Iñaki Cano en las Jornadas Infosalud de Caja Rural. / JOSE LUIS FERNANDEZ

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

El cuidado de la salud cardiovascular debe empezar en edades tempranas de la vida, ya que si se deja para los 40 o 50 años puede ser ya demasiado tarde. Es una de las ideas que trasladó en las Jornadas Infosalud de la Fundación Caja Rural de Zamora el director científico del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC), Borja Ibáñez, un departamento de excelencia reconocida internacionalmente dedicado a comprender las bases fundamentales de la salud y la enfermedad cardiovascular y trasladar dicho conocimiento al paciente.

El cardiólogo explicó que es a partir de los 15 años de vida cuando se empieza a producir la placa de ateroma, la causa de la ateroesclerosis, que es la causa de la obstrucción arterial y la enfermedad cardiovascular. Por eso se debe intervenir precozmente, ya que unos niveles de colesterol que pueden ser subclínicos a los 20 años de edad pueden significar un factor de riesgo importante cuando esa persona alcance entre los 40 y los 50 años.

Uno de los problemas que existe con los jóvenes es que normalmente "no pisan por los centros de salud" ya que normalmente están sanos y no tienen necesidad de visitar al médico. Por tanto, es difícil detectar en un análisis rutinario si hay algún motivo de sospecha.

Por ello hace falta desarrollar estrategias para controlar este factor aprovechando, por ejemplo, los reconocimientos de empresa. En este sentido el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares está realizando un proyecto piloto de cribado con los empleados del Banco de Santander, una de las empresas que colaboran con este centro que dirige Valentín Fuster.

El infarto del periodista

Junto al doctor, relató el periodista Iñaki Cano cómo es la experiencia de "volver a la vida después de haber sufrido un infarto, lo que tardas en adaptarte al mundo, los miedos".

Su descripción del momento en que sufrió el ataque, hace ahora siete años, cuando contaba 60 de edad, es precisa: "Estaba en mi casa a las cuatro de la madrugada dispuesto a fumarme un cigarro más y empecé a notar una sensación de 50.000 elefantes sobre mi pecho. Intenté llamar a mi familia, mi mujer se dio cuenta de que me estaba muriendo, llamó, tuvimos suerte, llegó una ambulancia con quirófano incluido a salvarme, me pegaron tres calambrazos y me llevaron al hospital. Y ahí Pepe Zamorano, el cardiólogo, a base de stents y de cuidados me salvó la vida. Fue sobre todo muy angustioso y de mucho frío".

Cano tiene clara la causa de lo que le sucedió: "El estrés y fumar mucho. Fumaba del orden de cuatro paquetes al día, dormía tres horas y media, estaba de un lado para otro, con la tensión de que tengo que salir ahora en al tele a presentar un programa, ir a escribir, a la vez escuchar y hablar por la radio… A la larga te das cuenta que no compensa".