El pueblo zamorano de dos habitantes con un Internet ultrarrápido como el de Madrid

Los dos vecinos de Letrillas y los de otros siete pueblos de Zamora en los que se pueden contar los habitantes con los dedos de las manos saludan la llegada de la fibra óptica con mil megas de velocidad

Despliegue de la fibra óptica en un pueblo.

Despliegue de la fibra óptica en un pueblo. / Cedida

 Hay que trasladarse a las inmediaciones de la Sierra de la Cabrera, ya cerca de la provincia de León, para llegar a Letrillas. Es una pequeña localidad zamorana de tan solo dos habitantes que se ha convertido en el ejemplo de que los planes de despliegue de la fibra óptica hacen que las conexiones de internet a velocidad ultrarrápida lleguen a minúsculos núcleos de población, por alejados que estén o pocos habitantes que tengan.

En la relación de los últimos pueblos zamoranos en los que se ha desplegado la fibra óptica no es el único caso de aldeas con habitantes que se pueden contar con los dedos de las manos a los que les llega una velocidad de internet de mil megas, según ha informado este sábado el operador Adamo. Esa velocidad de conexión a la red es la máxima que llega también a las grandes ciudades españolas e igualmente la tienen en Zamora otros siete pueblos que ninguno de ellos llega a los diez vecinos censados: Valleluengo, Villarino de Cebal y Monterrubio con cinco habitantes cada uno; Utrera de la Encomienda y Dornillas, con siete; y Las Enillas y Cernecina, con nueve. Y uno más con diez vecinos, Linarejos.

El caso de Letrillas es el más paradigmático, ya que se trata de un pueblo situado a un centenar de kilómetros de la capital que, visto su censo, parece condenado a desaparecer, aunque ahora se le abre una ventana de oportunidad con el internet veloz.

En la imagen superior, visita al cementerio de Letrillas. A la izquierda, el prelado habla con vecinos de Rioconejos.  | A. S.

Visita del obispo al cementerio de Letrillas. | A. S. / Araceli Saavedra

El alcalde de Espadañedo, el ayuntamiento al que pertenece, Filiberto Álvarez, ha subrayado la importancia que tiene para los anejos del municipio que se cuente con ellos también para instalar la fibra óptica. Ha explicado que no se trata solo de los dos vecinos que están censados y viven todo el año, sino que el servicio también beneficia a todos los que lo utilizan en verano, cuando los pueblos de la zona se llenan.

Filiberto Álvarez ha puesto como ejemplo su propio caso, ya que residen en otro de los anejos del Ayuntamiento, Vega del Castillo, que suma catorce habitantes y tiene fibra óptica desde hace un año. Eso le permite poder contestar llamadas telefónicas, ya que en su pueblo no tiene cobertura de telefonía móvil y únicamente puede comunicarse a través del wifi de su casa utilizando para las llamadas aplicaciones de mensajería instantánea como Whatsapp.

"Si no fuera por la fibra yo estaría incomunicado", ha declarado.

En su núcleo de población, aunque son solo catorce vecinos censados, los enganches a Internet suman 19 de fibra óptica y otros siete que utilizan aún la alternativa anterior de conectarse a la red a alta velocidad vía satélite a través de una antena parabólica.

Eso sí, por poner algún pero, ha mencionado el caso de alguna vivienda del municipio a la que no ha llegado la red de fibra óptica, lo que perjudica a un matrimonio joven que no puede teletrabajar, y el hecho de que el cableado no se haya soterrado en los cascos urbanos. Pese a todo, ha reconocido la importancia de que pequeñas localidades como las de su municipio puedan tener mil megas. De esa forma pueden codearse y estar al mismo nivel en velocidad "de fórmula uno" de Internet que Madrid, Barcelona y otras grandes capitales europeas como Berlín o Lisboa. 

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