Zamora vive el invierno más cálido

Zamora ha registrado, con siete grados de media, la temperatura más alta de Castilla y León durante este invierno, un periodo, de diciembre a febrero donde por fin llegaron las ansiadas lluvias y, aunque tampoco han sido nada del otro mundo, las precipitaciones se han comportado dentro de lo que puede considerarse normal.

Son las conclusiones del balance del invierno realizado por la Agencia Estatal de Meteorología en Castilla y León, cuyo delegado, Manuel Mora ofreció los datos pormenorizados en compañía del subdelegado del Gobierno en Valladolid, Jacinto Canales.

Cálido invierno

El invierno en Castilla y León ha sido "muy cálido", con una temperatura media de 6,4 grados, que fue 1,6 grados mayor con respecto a los últimos treinta años.

En Zamora la temperatura media fue de 7 grados, pero la diferencia con los últimos 30 años ha sido algo menor que en la comunidad, "solo" 1,4 grados mayor.

Hay casos de observatorios donde esa diferencia se disparó como fue el caso de Soria (2,3 grados) y Ávila (2,1 grados). Y es que el mes de enero fue el más cálido desde que hay registros en Ávila, Segovia y Soria, que en algunos casos se remontan a 1900.

La temperatura media de las más altas en el primer mes del año fue la más alta de la historia, desde que hay datos, en Burgos (9,8 grados); Ávila (11,8) y Segovia (11,3). En el conjunto de la comunidad, la anomalía de las máximas fue de 1,8 grados y las mínimas, de 1,5.

También subrayó que se trata del tercer invierno más cálido desde 1961 y alertó que los últimos seis inviernos han sido cálidos o muy cálidos, con alternancia de episodios de calor y fríos y cambios muy bruscos.

108 litros de lluvia

En cuanto a las precipitaciones entre diciembre y febrero, estuvieron un 7% por debajo del valor estadístico normal en el conjunto de la comunidad. Durante el invierno, hubo alternancia de periodos secos y húmedos, con 31 días de precipitación "apreciable" (entre 149 y 274 litros por metro cuadrado) y tres días de nieve (frente a los cinco en esta estación).

En Zamora han caído este invierno 108 litros de lluvia por metro cuadrado que son tres litros más de los que registra la media histórica de los últimos 30 años en diciembre, enero y febrero. La diferencia, pues, es muy poca, solo tres litros más, pero positiva, algo importante si tenemos en cuenta el periodo de sequía que arrastramos desde hace tiempo. Zamora capital, eso si, es el Observatorio con menor precipitación de la comunidad, se exceptúan los de Ávila y Salamanca que no llegaron a los cien litros en tres meses.

Buen año agrícola

El balance hídrico del año agrícola, que transcurre desde septiembre de 2023 a marzo de 2024, ha cerrado con un superávit del 25% al ser un otoño "muy húmedo", un invierno "normal" y un inicio de marzo lluvioso, lo que ha permito un incremento "notable" del estado de la cuenca del Duero, con una capacidad del 73%.

En Zamora la precipitación acumulada ha sido un 32% mayor que la de la media de los últimos 30 años agrícolas.

Semana Santa

Una cosa es analizar la situación de lo que ha ocurrido y otra vaticinar lo que está por venir, sobre todo el tiempo en Semana Santa que tiene su importancia en Castilla y León y particularmente en Zamora por el importante atractivo turístico de las procesiones.

La próxima Semana Santa, que se prolongará del 22 al 31 de marzo, estará marcada por la inestabilidad propia de finales de un mes del inicio de la primavera, con posibles chubascos aunque también puede haber un bloqueo anticiclónico sobre la Península para frenar las borrascas.

El delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Castilla y León, Manuel Mora, aseguró este martes, que a falta de más de diez días para la celebración religiosa, no existen pronósticos fiables, aunque recordó que "lo mejor" es consultar los registros meteorológicos de los últimos 43 años durante la primavera y comprobar que en solo dos años hubo diez días consecutivos sin ninguna precipitación.

Lo que está más claro es que la primavera (abril, mayo y junio) en la comunidad sea cálida, con temperaturas superiores a los valores de referencia, al igual que ha ocurrido durante el invierno, con un registro medio de 5,8 grados, que ha supuesto una anomalía de 1,6 grados por encima de la media del periodo entre 1991 y 2020.

Mora apostó por la prudencia y esperar a mediados de la próxima semana para tener un pronóstico "fiable" y de "calidad" para Semana Santa por que la situación fluctúa mucho y es muy cambiante "día a día".

No en vano, reconoció que es posible que sea la predicción más importante del año que hace la Aemet y afecta a las cofradías que procesionan en la Pasión de Cristo y los sectores del turismo u hostelería.

La historia, en contra

Y es que la posibilidad de que no llueva en Semana Santa es, históricamente hablando, escasa, especialmente en algunas provincias, entre las que se encuentra Zamora. De hecho, un estudio climatológico de la Agencia destaca que solo el 4,7% de los 43 años analizados en los observatorios de Burgos y Salamanca no hubo precipitaciones ningún día.

Un porcentaje que aumenta al 9% en los casos de Soria y Valladolid. Les siguen Segovia (11%), Ávila (12%), León y Zamora (16% en cada caso) mientras que el cierra el lista Palencia, con el 30%.

El delegado de la Aemet señaló, según recogió la Agencia Ical, que la primavera se caracteriza por el fenómeno meteorológico de la convección, al coincidir el aire primavera en altura y cálido en la superficie se producen movimientos del aire ascendentes, que dan lugar a nubosidad y chubascos y tormentas. "Este tipo de predicción de chubascos es muy irregular y de corta duración, por lo que es más difícil pronosticar si va llover o no en un lugar y una hora muy concreta", explicó. De cara a las precipitaciones para primavera, tampoco hay una tendencia clara.

De momento, hará bueno

De momento y ante los próximos días, tras un marzo que ha empezado "muy frío" y "muy húmedo", se inicia un periodo de estabilidad sin precipitaciones, con subida gradual de las temperaturas, sobre todo de las máximas.

El jueves aumentará la nubosidad y existe posibilidad de alguna precipitación débil y aislada en el noroeste el sábado, pero el termómetro continuará en ascenso, con valores por encima de lo habitual para estas fechas.

La próxima semana se prevé más cálida que lo normal y más seca en el sur.

La predicción de la Semana Santa es, en fin, complicada de momento, como ocurre todos los años y más teniendo en cuenta los sucesivos trenes de borrascas que han barrido la geografía provincial y autonómica en las últimas semanas.

Si las lluvias son siempre problemáticas el hecho de no tener el Museo habilitado, sino las carpas, podría ser un problema añadido en caso de tener que recoger los pasos a toda prisa. De momento es adelantar acontecimientos hasta que no haya una predicción clara.

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