Flecha, al desnudo

"Ricardo Flecha es un escultor totalmente innovador de la imaginería religiosa". Así de taxativo se manifiesta el doctor en Historia del Arte, José Ángel Rivera de las Heras, con motivo de su lección de la sesión académica de apertura del curso organizada desde el Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo el viernes, día 9 de febrero a partir de las 19.30 horas, en el salón de plenos de la Diputación de Zamora.

El experto, que comisarió la última muestra que el artista tuvo en la ciudad en la sala de la Encarnación el julio, señala que "innovó en los materiales" y "en la iconografía que representa, puesto que ha creado imágenes o grupos que antes no había sido planteado o concebidos".

Materiales

En cuanto a los materiales, Flecha se decantó por utilizar maderas viejas, elementos metálicos como el zinc, el bronce o el latón, entre otros, en una escultura de madera, unos recursos que "empleó desde sus primeras obras porque es un artista moderno". Rivera también apunta que usó "materiales sintéticos como el poliéster", mientras que sobre los acabados a veces recurrió o bien la policromía "más tradicional" o bien " a anilinas".

Iconografía

En la iconografía, Flecha abrió una nueva senda con nuevas representaciones iconográficas donde evidencia "su profundo conocimiento religioso" en piezas como pueden ser Cristo en brazos de la muerte, o bien Cordero de redención, esta última con gran carga simbólica. "Había obras que le encargaban y otras que salían de su propia cabeza" para ellas "estudiaba y reflexionaba y conversamos en muchas ocasiones sobre los elementos" que situaba, atestigua el sacerdote amigo del artista. "Flecha decía que no nos podemos quedar en las imágenes religiosas del pasado y rezarle a los Cristos del XVIII con la mentalidad actualidad. Defendía que necesitamos una evolución que él tuvo siempre".

En opinión de Rivera de las Heras, el padre de Barandales siempre hizo obras "de carácter expresionista", pero fue "madurando conceptualmente y en su obra se refleja todo aquello sobre lo que ha reflexionado".

El experto y gran conocedor de la producción de Ricardo Flecha Barrio pone en valor "todas" las piezas del escultor. Destaca entre "las obras más tradicionales" el Yacente que está en la capilla de Nuestra Madre en la iglesia de San Vicente sin pasar por alto su identificativo Barandales, la Piedad que hiciera para una cofradía de León cuya maqueta se exhibe desde recientes fechas la capilla dedicada a los mártires del siglo XX, o su primer crucifijo de los años 70 o el extraordinario cenotafio de fray Munio de Zamora, ambas pudieron verse en la exposición monografía del pasado julio.

Flecha llegó a tener "su propio universo de ahí la grandeza del artista", subraya Rivera que puntualiza que en las obras que hizo en Zamora "a veces le impusieron condiciones que eran contrarias a su forma de expresarse", pero cuando trabajó con total libertad, "lo hizo a lo grande".

El arte de Flecha "se valora y se va a valorar cada vez más", asevera con contundencia.

Sesión inaugural del curso

La charla de Rivera se enmarca en la sesión de apertura del curso que hoy lleva a cabo el Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo. En el acto, en el que intervendrá el diputado de Cultura, Víctor López de la Parte, también se tributará un homenaje a dos socios que han formado parte de la junta directiva de la institución cultural, a Juan Andrés Blanco Rodríguez y a Bernardo Calvo Brioso, fallecido el pasado mes de octubre.

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