Se ensañan con cuadros de la Diputación de Zamora propiedad del Museo del Prado y los agujerean

El retrato de "Isabel II" de 1855 y "Paisaje de Normandía", de 1884, cuadros cedidos por el Museo del Prado a la Diputación Provincial en depósito permanente, junto al recién adquirido en el último año de 1931, "Vistiendo a la novia", son las tres piezas dañadas, agujereadas, por lo que parece más un atentado contra el patrimonio que un accidente, dadas las características de las "huellas" sobre los lienzos de gran valor por la persona o personas que se ensañaron con estas creaciones, según ha podido saber LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA.

Aunque se trata de desperfectos que no pueden verse a simple vista, salvo cuando el sol da de lleno sobre la parede de la izquierda de las escaleras de acceso al primer piso y en el pasillo de la planta baja, a mano izquierda de la entrada el claustro, no por ello son de menor gravedad, "el Prado tendrá que decidir a quién hay que contratar para su restauración", indican fuentes consultadas. Una rehabilitación que cubrirá el seguro de la Diputación Provincial. Se desconoce aún el coste de esta actuación.

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Los daños

La pieza "Vistiendo a la novia", del autor Ricardo Segundo, es el primer cuadro con despefectos que se encuentra quien visita la planta baja parte del inmueble, en el que el delincuente se afanó en levantar la pintura con saña, parece "como si alguien hubiera rapado con un objeto"

Más adelante, siguiendo el pasillo a mano izquierda, el retrato de "Isabel II", anónimo, deja ver agujeros profundos también en la zona derecha del lienzo, en la parte baja, por lo que parece un objeto punzante, si bien serán expertos en arte quienes determinen cómo se ha producido esas grietas pequeñas.

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"El paisaje de Normandía", creado por Jaime Morera y Galicia, tiene directamente rasgada la tela sobre la que fue pintado uno de los escenarios más impresionantes que adornan las paredes del Palacio de la Encarnación.

La Policía Nacional inspecciona a esta hora las obras de arte, en busca de pruebas que puedan determinar cómo pudieron producirse estos hechos que han conmocionado al personal de la institución provincial y a sus responsables políticos, asombrados por unos hechos totalmente inauditos. Será la unidad de la Policía Nacional experta en delitos contra el patrimonio la que tenga estudiar a fondo cada óleo.

Circuito cerrado de cámaras y cierre del palacio por la tarde

Una de las primeras medidas que tomará la institución provincial será cerrar el acceso al edificio desde la iglesia de La Encarnación, actual sala de exposiciones, para extremar el control de las personas que entran, especialmente en turno de tarde, a la zona de los aseos que se situán en la planta baja del palacio y que son usados por el público.

La segunda medida será instalar un circuito cerrado de cámaras que permita ver todo el inmueble, muy complejo en su estructura. En la actualidad, existe solo una cámara que vigila el acceso al interior del inmueble.

La buena vista de un vigilante

Fue uno de los vigilantes de la empresa que vela por la seguridad del edificio quien descubrió los ataques en los cuadros, una persona que suele observar los cuadros que cuelgan en las paredes de los pasillos de La Encarnación. "El reflejo del sol sobre los lienzos le permitió ver algo extraño, cuando se aproximó, pudo comprar los daños en uno de los cuadros de óleo sobre lienzo depositados por el Museo del Prado", un desaguisado que le llevó a comprobar el estado de todos los que se encuentran a la vista del visitante del palacio y detectó los otros dos que han sufrido destrozos. Era el sábado, 30 de septiembre, cuando el empleado del servicio de seguridad pudo descubrir esta pésima noticia.

La comunicación al presidente de la Diputación, Javier Faúndez, puso en marcha los mecanismos para comprobar si los vándalos se había ensañado con más obras de arte, sin que se hayan localizado más por el momento, explican fuentes consultadas.

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