Faúndez defiende la legalidad de usar lixiviados en el centro de residuos de Zamora

El presidente de la Diputación replica a UPL, que había denunciado antes "presuntas irregularidades" en la gestión

Una máquina trabaja durante el incendio del día 13. |

Una máquina trabaja durante el incendio del día 13. | / Emilio Fraile

M. H.

El presidente de la Diputación, Javier Faúndez, salió al paso de las críticas realizadas por Unión del Pueblo Leonés (UPL) en relación a las actividades del Centro de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos de Zamora. El mandatario provincial aseguró que el CTR tiene la autorización pertinente para utilizar lixiviados desde que la Junta le autorizó en 2018 a hacerlo, "como ocurre en casi todos los vertederos". Los leonesistas habían aseverado que esta práctica estaba "totalmente prohibida".

Faúndez matizó que la licencia inicial de 2010 no autorizaba al CTR a utilizar estos líquidos que se producen por la descomposición de la basura, pero aclaró que, ante la petición cursada en 2018, la Junta sí le otorgó los permisos pertinentes para usar una determinada cantidad anual.

El incendio del día 13

En este caso concreto, el uso de los lixiviados se realizó con el objetivo de "rebajar la temperatura" durante el incendio que afectó al centro hace algunos días: "En vez de crear alarmas innecesarias, me gustaría que se documentasen antes", advirtió Faúndez, que insistió en que la práctica está contemplada desde hace cinco años.

En todo caso, desde UPL calificaron esta práctica de "temeraria e inútil". "Los lixiviados son líquidos altamente contaminantes que se producen en el acúmulo de basura, una mugre que se recoge en una balsa y que dada su peligrosidad, y según ordena la legislación ambiental, deben ser eliminados mediante la deshidratación del líquido por evaporación del agua en un régimen atmosférico forzado, para a continuación hacer inerte el concentrado con cal viva y recubrir el resultado con cemento, algo que da una idea de la alta toxicidad de estas sustancias", remarcaron los leonesistas.

En esa línea, desde UPL apuntaron que los análisis del propio Centro de Tratamiento de Residuos indican en esos líquidos "la presencia de más de setenta elementos sumamente peligrosos, como arsénico, cianuros, plomo, fluoruros, numerosos disolventes clorados y un elevado número de plaguicidas organoclorados". "Pues bien, con este cóctel explosivo se ha estado regando, y por tanto contaminando no solo el suelo, sino también la atmósfera, a merced de hacia donde soplase el aire", insistieron.

"Este proceder, reconocido como inútil por las autoridades anteriormente citadas, y aún así llevado a término, ha generado preocupación entre los habitantes de la zona, ya que tienen tomas de agua para consumo en cauces que temen que hayan sido afectados y desconocen cómo se ha gestionado ese excedente de lixiviados, ya que sospechan que no sólo hayan llegado al arroyo, sino que puedan haber llegado al Duero", concluyeron los leonesistas.