Quizá no te suene ni su nombre. La fascia siempre ha estado ahí, pero hasta hace pocos años nadie le hacía demasiado caso, solo era considerada como un mero relleno del cuerpo sin muchas funciones. Pero los expertos avisan que la fascia es algo vivo y muy importante para la salud general, para la capacidad de movimiento y para el funcionamiento adecuado de los sistemas de comunicación internos.

De hecho, muchos estudios apuntan a que la rigidez en la fascia toracolumbar, la que rodea la columna vertebral, podría ser la responsable de la gran mayoría de dolores de espalda.

Puede que la fascia sea la responsable de tu dolor de espalda Yoga Fit

Qué es la fascia:

Se trata del tejido conectivo que envuelve todo, una gran membrana que recubre órganos, tendones, células… conectándolo todo entre sí. Se compone básicamente de colágeno, elastina, fibras reticulares y gran cantidad de agua.

Funciones de la fascia:

•Es la estructura encargada de mantener cada órgano en su lugar. Es lo que cohesiona todo en el interior del cuerpo. Sin fascia los huesos, vísceras, órganos… colapsarían y caerían al suelo.

• Lubrica: permite que los músculos y órganos se deslicen entre sí con facilidad.

• Desintoxica: la fascia, compuesta también por los conductos linfáticos, ayuda a transportar toxinas y deshechos.

Problemas:

Debido a la edad, el sedentarismo, alguna lesión… la fascia se vuelve más rígida, más seca y se acorta. Esto puede ocasionar desde rigidez y pérdida de flexibilidad hasta dolores crónicos, tendinitis e incluso pérdida de movimiento.

Una mala postura, el estrés o la falta de descanso pueden provocar todo lo anterior. La deshidratación y la mala alimentación puede ser también la causa.

Beneficios de trabajar la fascia:

• Mejora la postura.

• Se libera tensión.

• Mejora el tono muscular.

• Se elimina el dolor.

• Mejora el rendimiento deportivo: a veces una fascia rígida impide que los músculos desarrollen todo su potencial.

• Previene la celulitis.

Ejercicios para la fascia:

La fascia es un tejido diferente a los músculos, por lo que no puede trabajarse de igual manera que éstos. Lo más recomendable para conseguir fortalecer la fascia, volverla más gruesa, espesa, resistente, flexible y larga es hacer ejercicios en los que mantenemos un estrés sostenido durante periodos más largos de tiempo. Te pongo algunos ejemplos:

Masaje Rolfin: técnica de masaje profundo dirigido al tejido conectivo, con el objetivo de re-equilibrar todo el cuerpo.

Acupuntura: las agujas actúan en las fascias, liberando el tejido y produciendo un efecto analgésico. Una alternativa para hacer a diario en casa, es utilizar una esterilla de masaje: sus pinchos masajeadores relajan los músculos, eliminan la tensión y ayudan a crear una sensación de bienestar instantánea.

Esterilla de Masaje de Pranamat Eco Pranamat Eco

Yoga: los estiramientos en las diferentes posturas estimulan los fibroplastos, lo que hace que éstos generen más colágeno y por lo tanto, la fascia se haga más fuerte y resistente. Las mejores posturas son las flexiones hacia delante como Uttanasana o Yoga Mudra, ya que la fuerza de la gravedad ayuda a soltar la tensión de la espalda.

Periodista, profesora de yoga y experta en Nutrición

y Ayurveda (IG @unmaniali)

La dieta para una fascia saludable

Mucha proteína: la fascia es en un gran porcentaje colágeno, una proteína estructural responsable de que nuestros dientes estén fuertes y también de que nuestra piel sea elástica y resistente. Os recomiendo que en todas vuestras comidas este presente este grupo de alimentos, en forma de legumbre, pescado, huevo, yogur…

Hummus, una forma fresquita de tomar legumbre en verano Bendita Locura

Vitamina C: esta vitamina es imprescindible en la producción de colágeno así que conviene que en la dieta no falten los cítricos, brócoli, tomates o coliflor.

Aminoácidos esenciales: son los que el cuerpo necesita y no puede producir, por lo que ha de obtenerlos a través de la alimentación. Para mí, los alimentos más poderosos son el huevo, la quinoa y las semillas.

Aumentar alimentos altos en magnesio: este mineral ayuda a mantener las fibras de elastina mejorando su flexibilidad y estimulando su producción de colágeno. Mi forma preferida de consumir magnesio es a través de uno de los frutos secos más deliciosos que existen, las almendras.

Almendras naturales

Hidratarse bien: beber agua en abundancia contribuye a que la fascia esté hidratada. ¡No olvides que un 75% de la composición de la fascia es agua!