El Zamora CF alargó una jornada más su sequía de victorias en la Primera RFEF al ceder en la tercera jornada frente a un UD Logroñés que silenció al Ruta de la Plata a base de puntería durante el primer acto del encuentro. Los rojiblancos recibieron un mazazo en forma de goleada, si bien quizá no merecieron tanto castigo como el 1-4 final.
La inspiración de Guarrotxena y el talento de la ofensiva visitante acribilló al plantel de Movilla, estéril a la hora de producir peligro y muy blando cuando se trató de defender su marco. Y es que, de las cinco o seis llegadas de los visitantes al área zamorana, cuatro acabaron en las mallas de Magunagoitia.
Con un conjunto de talante más ofensivo, en el que Luque y Carlos Ramos se hicieron cargo del centro del campo, el Zamora CF no tardó en probar fortuna sobre la meta rival. La primera ocasión se produjo en un saque de esquina en el que las carambolas no acabaron con fortuna para los rojiblancos.
El buen arranque de la formación de Movilla se prolongó durante varios minutos con el único “pero” de una falta peligrosa en la frontal fruto de un mal entendimiento entre Magunagoitia y Xisco Campos que acabó en tarjeta para el central. De hecho, de no ser por el festival de pito que fueron los primeros quince minutos, quizá el ataque local hubiera hecho más daño a un UD Logroñés que se libró del primero al señalarse fuera de juego de Baselga tras un pase de Dani Hernández. Una acción a la que los visitantes reaccionaron con un primer disparo tras un contragolpe muy bien llevado por su ofensiva. Un lanzamiento que se fue fuera, cosa que no ocurriría muchas más veces durante el encuentro.
El primero, cuando mejor estaba el Zamora CF
Luque y Javi Navas tuvieron también ocasión de poner en aprietos a Serantes pero, cuando más a gusto se encontraba el Zamora CF, llegó el tanto del UD Logroñés. Un gol, en el minuto 20, que nació de un centro sin aparente peligro tras un saque de banda, cayendo el cuero en pies de Iñaki quien, con un chut potente, raso y con efecto. Un tiro imparable para Magunagoitia que ponía cuesta arriba el envite.
El tanto no alteró mucho los planes del Zamora CF, pero sí asentó a un UD Logroñés cómodo tanto con el balón como sin él. De hecho, por momentos, cedió la iniciativa al plantel local y buscó las cosquillas de su rival al contragolpe. Una apuesta que le dio resultado al paso por la media hora de juego cuando, en un raudo ataque visitante, Duba probó fortuna con un tiro cruzado desde la izquierda y Guarrotxena remachó sin remilgos el rechace de Magunagoitia.
El 0-2 ponía contra las cuerdas al Zamora CF y, el equipo, trató de ser valiente durante el resto de minutos antes del descanso. Sin embargo, y pese a tener más tiempo el balón que su rival, nunca volvió a generar peligro sobre el marco de Serantes. El portero visitante vivió de lo más tranquilo a las espaldas de la zaga de un UD Logroñés bien organizado que marchó al vestuario con demasiada ventaja para lo que expuso sobre el verde.
El Zamora CF estaba dispuesto a darle la vuelta al partido, lo veía todavía a su alcance y por ello Movilla introdujo dos cambios. Pero la revolución ofensiva del Zamora CF, con la entrada de Dieguito y Garay, flaqueó a las primeras de cambio pues, mientras Serantes salvaba con una gran mano el primer tanto de los locales, Guarrotxena hacía su segunda diana y dejaba el partido visto para sentencia en el minuto 49.
Sin nada que perder, Movilla aceleró la entrada de jugadores de refresco y tanto Kepa como Coscia ingresaron en busca de mordiente para los rojiblancos. Sin embargo, no hubo nada que hacer.
El balón siguió siendo del Zamora CF, cuyos ataquen morían en tres cuartos de campo o con tiros que poco peligro llevaban ante un UD Logroñés que defendía con cierta facilidad y amenazaba con ampliar distancias en una internada de Alfaro, anulada por fuera de juego.
Dominando el cuero y con toda su pólvora sobre el verde, el Zamora CF puso en más ataques a su rival. Aunque tardó demasiado en encontrar el premio del gol, ya que no fue hasta el minuto 82 cuando Dieguito consiguió batir a Serantes. Un tanto que llegó demasiado tarde pues, para entonces, Guarrotxena ya había cerrado su “triplete” y el UD Logroñés había conseguido asestar un mazazo de categoría a los rojiblancos. Un golpe que pudo ser aún más doloroso si, en la recta final, no hubiera disminuido la precisión en los disparos de los riojanos.
