La biorrefinería de Barcial del Barco empieza a ser una realidad tangible. Después de años de idas y venidas, los promotores han conseguido, por fin, iniciar los trabajos preliminares de la obra. Es decir, el desbrozado del terreno y la colocación de una caseta y de una valla perimetral en torno a la parcela. Uno de los responsables del proyecto, Vicente Merino, explicó que cuentan con “el permiso expreso” para realizar estas tareas, a pesar de que la compra del suelo por parte de la Diputación aún no se ha hecho efectiva oficialmente.

Una vez se resuelva ese trámite burocrático, previsto para las próximas semanas, será cuando se inicie el grueso de una obra que debería durar aproximadamente dos años en sus diferentes fases, según explicó en su día el propio Merino, que se mostró muy satisfecho tras dar este primer paso sobre el terreno, y que agradeció la mediación de la Diputación de Zamora, decisiva, según el promotor, para desbloquear un proyecto que se había enquistado en los últimos años.

Precisamente, el presidente provincial, Francisco José Requejo, quiso apelar a la prudencia para destacar que las obras comenzarán oficialmente una vez se dé luz verde a la adquisición definitiva de los terrenos, aunque lo cierto es que el inicio del movimiento en la parcela de Barcial del Barco desvela la inminente puesta en marcha de un proyecto que nace con la ambición de servir como referencia a otras plantas similares en el entorno, y que se percibe como una oportunidad para el desarrollo de la zona en base a la economía verde.

De este modo, el pistoletazo de salida de las obras, en los plazos que se habían marcado los promotores en septiembre, permitirá que la biorrefinería multifuncional esté en marcha a pleno rendimiento a finales de 2022 o principios de 2023. Según aclaró Vicente Merino en una comparecencia en la propia Diputación, una vez dieran comienzo los trabajos, el plan era concluir el grueso de la fábrica en 18 meses y completar el resto en 6 más. Por tanto, si no hay inconvenientes, todo discurrirá en esa línea temporal.

Además, en la misma comparecencia del mes de septiembre, Requejo justificó la implicación de la Diputación con el proyecto, y la compra de los terrenos por valor de más de 300.000 euros, tras aclarar lo que supondrá desde el punto de vista de los empleos para la provincia. Según el presidente provincial, se generarán 250 puestos de trabajo directos y 500 indirectos, mientras que, ya con la industria en marcha, habrá 60 empleados en la planta y otros 120 en los talleres adjuntos. Además, se sumarán otros 2.000 empleos indirectos.

Por otro lado, la fábrica de Barcial del Barco supondrá el inicio de un proyecto que se ampliará hacia La Robla (León) y hacia un lugar todavía por determinar de la provincia de Valladolid. Así lo explicó en su día el representante de los promotores, Vicente Merino, que aseguró que, las tres fábricas en conjunto generarán 500 empleos directos y 5.000 indirectos en unas zonas muy necesitadas.

En ese sentido, Merino aseguró que el hecho de que Barcial del Barco sea la primera de esas fábricas supone “un paso fundamental para que la sede del desarrollo se quede en Zamora”. Merino también quiso destacar que este modelo verde es “vital” en el escenario actual, y recordó que en este entorno “se necesita industria”. Además, el representante de los promotores de la biorrefinería apuntó que las plantas estarán situadas en un eje importante entre Gijón y la capital de España.