Los siete diputados del grupo socialista abandonaron este viernes el Pleno de la Diputación para hacer visible su malestar ante las “faltas de respeto” que, bajo su punto de vista, había recibido el portavoz del partido, Eduardo Folgado, durante las sesiones anteriores. En el impás entre los puntos del orden del día y las mociones, el sayagués Manuel Ramos tomó la palabra para justificar la postura del PSOE: “Las diferencias no están reñidas con la educación y la tolerancia”, advirtió.

La breve explicación de Ramos precedió a la desconexión de los socialistas, que se marcharon de la sala virtual en la que se estaba desarrollando el Pleno. Cabe destacar que las sesiones son telemáticas desde hace meses para evitar riesgos sanitarios.

Unas horas más tarde, en declaraciones a este medio, Eduardo Folgado matizó que su marcha y la de sus seis compañeros de partido vino motivada por “los insultos reiterados” proferidos por parte del equipo de Gobierno hacia su persona en los plenos anteriores: “Me han llamado oscuro, mamporrero y sinvergüenza”, afirmó el responsable del PSOE, que citó al vicepresidente cuarto, José Luis Prieto, y al presidente, Francisco José Requejo, como los autores de algunos de esos comentarios.

La acción de los socialistas fue, por tanto, premeditada y estuvo basada en lo ocurrido en los plenos y no fuera de ellos. “Por ahí, el presidente puede decir lo que quiera. Como cuando subió a sus redes sociales la foto de un garbanzo negro creyendo que me iba a ofender”, remarcó Eduardo Folgado.

En cuanto a las reacciones a este movimiento de protesta, la portavoz de Izquierda Unida, Laura Rivera, mostró su estupor y pidió explicaciones sobre una espantada que la cogió por sorpresa. También expresó su asombro el diputado no adscrito, Tomás del Bien, un exsocialista que dijo no entender “la deriva” del PSOE en la institución: “No me sorprende lo del portavoz, pero sí lo del resto, porque no entiendo que hagan este ridículo”, aclaró el alcalde de Toro.

En principio, Requejo y el vicepresidente primero, José María Barrios, también se mostraron un tanto incrédulos, aunque procedieron a seguir con el Pleno sin darle mayor importancia a la cuestión. Fue al final de la sesión, una vez debatidas todas las mociones, cuando el presidente tomó la palabra para espetarle a Folgado que “a la política hay que venir llorado de casa”.

Requejo afirmó que no había visto “ningún insulto en el Pleno”, por lo que opinó que la marcha de los socialistas podría estar motivada por la intención de eludir algunos de los debates que quedaban pendientes en la sesión, como el del azúcar o el del Internet vía satélite. Precisamente, al hilo de la última cuestión, el presidente provincial exigió “disculpas públicas” a Folgado por sus palabras previas.

Finalmente, Requejo lamentó que el “trumpismo” haya llegado a un grupo socialista que confirmó su regreso para la próxima sesión.