A última hora de la tarde de ayer, sesenta horas después de que se comenzaran a realizar las pruebas de detección del coronavirus en Sanabria para valorar el impacto del brote en la residencia de El Puente, la zona aún esperaba los resultados. La situación ha cristalizado en un creciente nerviosismo en las localidades del entorno, que todavía no conocen a ciencia cierta el golpe que el virus ha dejado. Tanto el Ayuntamiento de Galende como la Delegación de la Junta en Zamora esperan conocer en la mañana de hoy los resultados de las cerca de doscientas pruebas realizadas a los vecinos de la zona. “La gente está resignada, triste. Algo más calmada que el jueves y el viernes, pero triste”, asegura José Manuel Prieto, alcalde de Galende. Las dos instituciones se muestran, con todo, esperanzadas en que las repercusiones no sean tan elevadas como se podría llegar a pensar. “Parece que la carga viral es baja, pero es pronto para decir nada”, apunta Clara San Damián, delegada de la Junta en Zamora.

Así las cosas, será a lo largo de la jornada de hoy cuando la Junta decida si se toman medidas más severas para contener el virus en la zona o si por el contrario el brote, aunque importante, ha sido detectado a tiempo y se ha logrado contener la propagación. Mientras, ayuntamientos de la zona ya han comenzado con restricciones “autoimpuestas”, como el cierre de espacios públicos. Algunos negocios de la zona han parado la actividad hasta conocer el impacto que el virus ha tenido en Galende y en los municipios de su entorno. San Damián recuerda que, en cualquier caso, las posibles restricciones llegarían directamente desde Valladolid. “Esto es algo que evalúa y dictamina la Consejería de Sanidad”, asegura la delegada de la Junta en Zamora.

Mientras, la residencia Virgen del Rosario, en El Puente de Sanabria, donde se ha desatado el brote, busca personal para hacer frente a la situación sobrevenida. Según han confirmado fuentes bien informadas a este diario el centro busca fundamentalmente auxiliares de clínica y trabajadores de limpieza. Los ancianos, indican las mismas fuentes, están “bien atendidos”, pero hace falta personal “para dar descansos” a la plantilla. Alrededor de la mitad de la plantilla de la residencia ha resultado contagiada por el brote.

Las buenas noticias indican que, de momento, ninguno de los internos ha necesitado ser trasladado al hospital para tratar la enfermedad. “Todo indica que la carga viral es relativamente baja”, aseguran las fuentes consultadas por este diario, aunque nadie se atreve a pronunciar palabras optimistas, al menos abiertamente, cuando el virus entra a un lugar con una población tan vulnerable como los ancianos.

EL COVID-19 PIERDE FUERZA EN BENAVENTE Y LA GANA EN LA CAPITAL

El coronavirus gana posiciones en la capital zamorana, donde los casos van al alza de una forma notable desde hace varios días. Según Sanidad, solo en la ciudad se han contabilizado 64 positivos por PCR en los últimos siete días, algo que colorea de naranja el mapa de riesgo en las cuatro zonas de salud en las que se divide Zamora.

Los incrementos registrados el sábado —estos son los datos publicados ayer— son leves en todas las zonas pero también generalizados. Los casos aumentaron en el área de salud del Virgen de la Concha —hasta los 16—, en Puerta Nueva —hasta los veinte— y en Santa Elena —también hasta los 16—. Se mantuvieron en doce en Parada del Molino.

Las buenas noticias, aunque leves, llegan desde Benavente. El área de salud Benavente Sur abandona el naranja y pasa a un nivel de riesgo amarillo por primera vez en varios días. Registra siete casos, dos menos que un día antes. En Benavente Norte se han registrado 18 positivos en la última semana según Sanidad.

No hay novedades en la zona de salud de Sanabria, la afectada por el brote en la residencia. Los 48 positivos confirmados por PCR son los mismos que 24 horas antes. Los casos se mantienen en Alta Sanabria y caen en Mombuey. Por lo demás, la incidencia de la enfermedad sube levemente en Zamora Norte y en Toro.