Su principal objetivo es “ganar visibilidad” para el colectivo trans, normalizar lo que no es ni una pose ni una moda, sino una forma diferente de estar en el mundo, tan diversa como los individuos que conforman la sociedad, explica su organizador, el hostelero zamorano Juan Carlos Barrios Bartolomé, que reivindica celebrar el IV Transgress Fest este septiembre, con cartel ya cerrado.

Ni transgresores ni provocadores, “somos trans, personas que nacieron en un cuerpo que no les corresponde” y defendemos la cultura Queer. Su festival, “sin ánimo de lucro”, que cumple cuatro años de celebración ininterrumpida en Zamora, "el único de España”, tan solo pretende la inclusión de estos colectivos arrinconados por su estética y “porque no se entiende que detrás solo hay personas” , expone Barrios Bartolomé, quien recuerda el éxito de las anteriores ediciones, a las que "los padres llevaban a sus hijos a un espectáculo apto para todos".

El popular empresario zamorano -al que las escasas perspectivas de negocio le obligaron a trasladarse a Madrid y al que el COVID-19 mantiene en su tierra desde el confinamiento- se muestra decepcionado y dolido, “molesto”, no enfadado, por la decisión del Ayuntamiento de Zamora de suspender el evento que únicamente busca divertir a través de diversos géneros alternativos de música punk, pop moderno alternativo, rock alternativo, electrónica o transformismo.

Juan Carlos Barrios Bartolomé, organizador del evento

El colectivo trans de Zamora define este festival como una herramienta importante para “luchar contra ese rechazo social que sufrimos, para expresar que hay arte de mucho tipo y conseguir que la gente pueda acceder a él”.

Barrios Bartolomé, que comprende las limitaciones de aforo obligadas por la pandemia y que, “por supuesto, las cumpliríamos a raja tabla”, siente “una discriminación”, no alcanza a comprender por qué otros espectáculos musicales que se han celebrado en el mismo escenario, la plaza de la Catedral, o en el auditorio Ruta de la Plata no se han topado con ninguna restricción “y a nosotros se nos dice que nuestro festival no es para estar sentado, ¿qué diferencia hay con el rap o el heavy?”, espectáculos que sí han encontrado hueco en la programación municipal.

La organización se ha quedado este año con el cartel cerrado y sin fecha futura, a pesar de que el elenco de artistas llegados desde diferentes puntos de la geografía española y de otros países había comprometido ya hace tiempo su presencia. Cintia Lund, de Suecia; New York Puppets, de Madrid; La Prohibida, de Chiclana (Sevilla); Virgin in Veil, de Helsinki (Finlandia) o Sandra Love, de Islas Bermudas llenan el cartel anunciador del Transgress Fest previsto para el día 19 de septiembre en la plaza de la Catedral.

Solo “queremos que no se pierda este año, que no se nos deje de lado”, manifiesta Barrios Bartolomé, dispuesto a programarlo con un aforo menor, a reducir el tiempo de duración, comprendemos que las ocho horas de conciertos no pueden ser en estos momentos”. El Tenasgress Fest se ajustaría a “lo que nos pidan”.