Reducción de visitas, máxima higiene y mucha colaboración. La residencia Amor de Dios, en pleno centro de Zamora, ha superado con éxito el peor momento de la pandemia del COVID-19, gracias a las medidas de seguridad tomadas con inmediatez. Así, ninguno de sus residentes ni trabajadores se han visto afectados por la enfermedad, y ahora rinden homenaje a todos los fallecidos que no han corrido igual fortuna.

El acto tuvo lugar ayer dentro de las dependencias del centro residencial, a las 11.00 horas de la mañana. Los residentes y empleados se dieron cita en el jardín, y momentos después la directora, sor Jesusa dedicaba unas palabras a las víctimas del coronavirus, que terminaron con un emotivo aplauso por parte de todos los presentes, no solo a su discurso, sino a todos los afectados por la epidemia. Los asistentes también dedicaron una oración a estas personas.

"Lo hemos hecho lo mejor que hemos podido, siguiendo todas las indicaciones de Sanidad y de la Gerencia que nos han dado en cada momento", relataba ayer la directora, en los momentos previos al acto de homenaje. De esta forma, la primera medida que se tomó en las instalaciones del centro fue la reducción de las visitas, "que eran mínimas y no se permitían en el caso de que fueran niños, dado que esta residencia tiene un régimen muy abierto", añadía. Poco después, se cerraron totalmente a las citas, hasta que la situación mejoró.

Uno de los aspectos más importantes en este triunfo ha sido el de la profunda higiene, "todos los días se hacía una limpieza con lejía de todos los lugares comunes, de pasamanos, escaleras, ascensores y todos los departamentos y dependencias", señalaba sor Jesusa. La colaboración de todos los trabajadores ha sido clave en el logro de haber mantenido el virus fuera de sus instalaciones, "gracias a ellos, no nos ha faltado nadie por motivos del COVID-19", comentaba.

Durante el confinamiento, los residentes cambiaron algunas rutinas, como el hecho de pasar a hacer las comidas en las habitaciones. Sin embargo, "hemos procurado que no estuvieran inactivas, dado que hemos mirado a la persona globalmente y el jardín ha sido uno de los recursos principales, así como el salón de actos, para realizar actividades", explicaba la directora. A los mayores no les han faltado entretenimientos, aunque tuvieran que ser en grupos más reducidos.

Ahora, la vuelta a la normalidad en el centro se está desarrollando sin inconvenientes, aunque con las medidas de seguridad necesarias. En el acto de ayer, los presentes rezaron por todos los fallecidos por coronavirus, con un especial recuerdo a los sanitarios afectados que han dado su vida. También guardaron un minuto de silencio por estas personas. Al final del acto, Sor Jesusa destacaba la idea de "seguir cuidando y cuidándonos, y seguir luchando contra ese enemigo que es invisible", palabras nuevamente aplaudidas por los asistentes.