Esta semana la consejera de Educación, Rocío Lucas, anunciaba las medidas a tomar de cara a la vuelta al colegio en septiembre, remarcando que se comenzará con clases presenciales. Unas pautas que para la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de Zamora se quedan "más bien escasas", según apunta la presidenta, Marina Álvarez. "Vemos que les falta más concreción y dejan mucha autonomía a los centros escolares", considera.

Para Álvarez, que no existan una medidas un poco más precisas puede desembocar en más de un caso injusto. "Necesitamos un criterio generalizado desde arriba", solicita, poniendo por ejemplo la situación que se ha vivido a finales del pasado curso con estudiantes de 4º de la ESO. "En algunos centros se ha dejado promocionar a los alumnos con alguna asignatura suspensa, siempre que no fuera matemáticas o lengua, mientras que otros han optado por remitirlos a septiembre. En el caso de que alguno de ellos quisiera hacer una FP, partiría con desventaja con respecto a los que han pasado en junio igualmente con materias suspensas".

La consejera de Educación también anunció que se desarrollarían unos planes de refuerzo, medida que desde la FAPA ven muy necesaria, aunque están a expensas de ver cómo se desarrollan finalmente. A este respecto aseguran que lo idear hubiera sido adaptar el currículo de cada curso y no dejar esta tarea, una vez más, al criterio de cada centro. "Eso solo puede provocar que se produzcan diferencias en la enseñanza de los mismos niveles", advierte Álvarez.

Preocupada está la asociación por el cumplimiento de las medidas de distancia en los colegios más pequeños, al carecer de espacio suficiente, al igual que la organización de los recreos escalonados —con diferentes grupos en el patio, lo que se traduce en varias horas de descanso—, que obligará a que haya más profesores al cargo. "Los horarios puede que entonces sean un poco más caóticos", razona.

Sobre la toma de temperatura a los alumnos cuando vayan a clase, desde la federación piden saber quién se encargará de realizar esa tarea, ya que no saben si lo hará una enfermera contratada o se hará cargo algún profesor. "Comentan que van a contratar más docentes pero, por otro lado, ya se escucha que habrá cierre de unidades. Lo ideal sería que las mantuvieran, sobre todo en el medio rural, que es de donde se suelen suprimir", lamenta la presidenta.

Con respecto a la plantilla, también les gustaría conocer las pautas a seguir si alguno de los docentes es personal de riesgo. "En la normativa se señala que se valorará el caso, pero no especifica qué solución se pondrá, cómo se realizará la sustitución y si esta será inmediata", se pregunta.

Dudas similares surgen en la federación sobre los niños que tengan problemas respiratorios y no puedan llevar mascarillas, sobre la posibilidad de poner en marcha actividades extraescolares por parte de las ampas o sobre el mantenimiento del servicio de los comedores escolares si se vuelven a las clases virtuales.

En definitiva, desde FAPA Zamora se subraya que la directriz de la Consejería de Educación "cojea", aunque era un paso totalmente necesario para saber, aunque sea a grandes rasgos, cómo va a ser la vuelta a las aulas. "Lo que echamos de menos es más concreción y que no dejen tanta vía libre a los centros educativos, aunque quizá cuando se acerque septiembre vuelvan a sacar una nueva normativa que precise más sobre el inicio de curso 2020-2021.