Los vendedores ambulantes han dado marcha atrás en su pulso con el Ayuntamiento de Zamora y finalmente sí acudirán en el día de hoy al mercadillo de los martes que regresa a la capital después de casi cuatro meses. Así lo ha confirmado a este diario Pedro Jiménez, representante de la asociación, quien ha manifestado que se trata de "evitar problemas" y permitir que su público pueda volver a realizar las compras. Durante las pasadas jornadas, los empresarios habían mantenido cierta tensión con el Consistorio a cuenta de la reducción de aforo, llegando incluso a plantarse y afirmar que no acudirían al mercadillo, pese a que todo estuviera dispuesto. En las últimas horas, sin embargo, las conversaciones con el concejal de Comercio, Christoph Strieder, han dado sus frutos y los puestos abrirán con la limitación establecida de un máximo de 187.

Desde el Ayuntamiento de Zamora siempre se han mantenido firmes en acatar la normativa de la Junta de Castilla y León, que establece para los mercados al aire libre un aforo máximo del 75% de los puestos habituales o autorizados. Finalmente, así se hará y se establecerán otra serie de medidas adicionales de seguridad. Según ha avanzado el Ayuntamiento de Zamora, se cerrarán los espacios abiertos en las calles, bocacalles y cruces que se reparten por el recinto para garantizar la seguridad. De esta manera, únicamente habrá un canal de entrada para los clientes que será a través de la avenida de Príncipe de Asturias. Desde allí, el personal municipal controlará la afluencia de personas y aplicará restricciones, si fuera necesario. Tal y como han aclarado fuentes del Consistorio, se permitirá afluencia de personas "hasta que no pueda garantizarse el mantenimiento de la distancia de seguridad interpersonal de un metro y medio". En ese punto, se cerrará el acceso y los clientes deberán esperar fuera del recinto, "de manera organizada y guardando rigurosamente la distancia establecida de seguridad".

Dentro del recinto, habrá de guardarse la misma distancia de seguridad tanto entre clientes como con el vendedor. En este último caso, se podrá reducir ese espacio a un metro cuando el puesto cuente con elementos de protección o barrera. A los vendedores, además, se les exigirá cierres laterales, distancia entre puestos y desinfección, al menos, dos veces a lo largo de la jornada.

Las aguas parecen volver a su cauce y los clientes zamoranos podrán, este martes, volver a disfrutar del mercadillo después de cuatro largos meses.