Solo unos pocos romeros recorrieron a pie el trecho que separa a Zamora de La Hiniesta, aunque ni durante el camino ni a la llegada pudieran vivir el ambiente habitual de fiesta, que a duras penas intentaba emular la charanga de Villalcampo, que llevaba la música festiva por las calles del pueblo. Tampoco la cuesta que lleva a la iglesia, un río humano cualquier Lunes de Pentecostés, sobre todo en los últimos años, cuando se cuentan los miles los romeros participantes, presentaba otro aspecto que el que componían la pareja de la Guardia Civil, el alcalde de La Hiniesta, Ricardo Casas que recibía al presidente de la Cofradía de la Virgen de la Concha, Ricardo Flecha y al diputado de Cultura y Turismo, Jesús María Prada, y un grupo de mayordomos de la cofradía e invitados a asistir a la misa de la una de la tarde, con aforo máximo para 40 personas.

El cura párroco, Matías Pérez, se encargó de preparar la pequeña imagen de la Virgen de La Hiniesta tanto para la eucaristía como para la exposición a los fieles, en horario de tarde, con el fin de que todas las personas interesadas pudieran honrar a la patrona. La Virgen de la Concha estaba presente también, pero pintada en una lona situada en un lateral del templo. El guitarrista Roberto Pelayo Pérez fue el encargado de la parte musical de la misa cantada, aunque al final, la melodía de La Concha sonó con la flauta y el tamboril del folclorista Luis Antonio Pedraza, que se apuntó a última hora a la celebración.

Puedes volver a ver aquí la eucaristía celebrada en La Hiniesta retransmitida en directo por LA OPINIÓN DE ZAMORA:

Párroco y diputado comentaron por encima los planes de apertura del magnífico templo de La Hiniesta para los turistas, a partir del 14 de junio, al igual que resto de inmuebles que se incorporan a esta posibilidad de apertura en la que participaban ya 13 templos de Zamora, 5 de Toro y 2 de Benavente. Los nuevos, además de la mencionada iglesia de La Hiniesta son el templo de Arcenillas, los de Mombuey y Otero (la iglesia del pueblo, no Los Remedios), las casas de los Carochos de Riofrío y el Zangarrón de Sanzoles o la villa romana Orpheus de Camarzana de Tera. La apertura está prevista inicialmente para los fines de semana y más adelante, en agosto, durante todos los días, excepto los lunes, cuando descansa el personal. Se trata de dar a conocer el rico patrimonio cultural de Zamora, muchas veces oculto a los ojos del gran público.

El alcalde, Ricardo Casas, se mostraba resignado por tener que haber prácticamente suspendido la fiesta por culpa de la epidemia del coronavirus. "Es si no la más, una de las más grandes romerías de Zamora, y nos vemos obligados a reducirla a la mínima expresión y casi dando gracias, porque estamos en la fase 1". Así las cosas se ha mantenido el pasacalles, "la celebración de la misa de manera más oficial, con muy pocas personas para respetar las normas de limitación de aforo y ya por la tarde, abrir la iglesia para que las personas que quieran acudir a honrar a la Virgen". Una situación en fin, "agridulce", aunque al final "el único acto que nos hemos decidido a mantener es el baile de nuestro pendón, el de la Hiniesta, que se sacaba a la entrada del pueblo para recibir a la comitiva de Zamora y esta vez se baila en el pórtico del templo en honor de las dos vírgenes, la de la Hiniesta y La Concha". Efectivamente, fue el alguacil, José Carlos Herrera, el encargado de manejar el pendón con la destreza que dan los años de ejercicio de esta función que le viene, además, de tradición familiar".

Fue una pena que la gran limitación de aforo no permitiera entrar a escuchar la misma a algunos de los romeros que se decidieron a acercarse hasta la vecina localidad para cumplir con la tradición que tenía también este año mucho a su favor, incluida una radiante primavera que ha dejado al campo esplendoroso. Y el buen tiempo, al que está abonada la hermandad: no llueve desde 2005, quizá por el fervor que ponen los romeros que cada año acuden en masa a la peregrinación.