"La situación va a ser muy irregular", vaticina el presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios de Hostelería (Azehos), Óscar Somoza, ante el paso de la capital a la fase 1 hoy lunes y la consiguiente posibilidad de que los bares puedan abrir sus terrazas al público. "Todavía durante el fin de semana el Ayuntamiento no había dado ninguna orden oficial al respecto", recuerda, por lo que solo algunos "abrirán tímidamente a ver cómo funciona", asegura.

Somoza considera la normativa sobre terrazas "imprecisa y contradictoria" y la incertidumbre es la tónica general entre los hosteleros. "Algunos han solicitado hace días tener una terraza o poder ampliar la que ya tenían, pero no han recibido contestación para los permisos. Los que ya la tienen van a abrir, pero solo el autónomo, porque no puede sacar del ERTE a algunos empleados para probar y que luego no sea rentable", resume sobre la situación que vive este sector en la capital.

Valora el presidente de Azehos la medida de algunos ayuntamientos de la provincia, como el de Puebla de Sanabria, de la medida de exención total de la tasa de las terrazas a los dueños de los bares durante todo el año, algo que no ha imitado el equipo de Gobierno de la capital. "No hay seguridad de lo que vaya a pasar y sí mucha improvisación en algo en lo que los empresarios nos jugamos mucho", subraya Somoza.

Entre aquellos establecimientos que hoy ya sacan sus terrazas a la calle tienen especial facilidad para cumplir con las normas de distancia entre clientes los ubicados en entornos privilegiados como el bosque de Valorio. Es el caso del merendero El Panadero, donde Bienvenido Prieto, con casi cuarenta años de experiencia en el sector, reconoce haber realizado una inversión de 3.500 euros para cumplir con las medidas exigidas por la administración para volver a abrir su negocio. "Hemos puesto una cristalera en la barra y precintado las sillas para que la gente no las pueda coger y colocar donde quiera, tenemos guantes desechables y desinfectante para la clientela y los camareros, que también llevarán mascarilla y pantalla protectora y he puesto carteles informativos", resume Prieto sobre las medidas en marcha para la reapertura de su negocio.

En igual ventaja por el entorno está el Merenduero, en la carretera de La Aldehuela. Su dueño, Alberto Alfonso, tampoco ha escatimado en gastos a la hora de comprar todo el material necesario para cumplir con las medidas higiénicas. Se limpiarán mesas y sillas entre servicio y servicio y se dispondrá de productos químicos para las mesas de trabajo, la cocina y los suelos, así como geles desinfectantes en la entrada para los clientes. "Excepto en las comidas y las cenas, hemos ideado un dispositivo para que el cliente haga el pago y recoja su bebida antes de sentarse. De este modo, sacrificamos el servicio de mesa por el de desinfección", argumenta, ya que los camareros, perfectamente protegidos, tendrán este nuevo trabajo extra de limpieza. En el caso del Merenduero, antes de la apertura han tenido varios ensayos del protocolo para que todo transcurra sin riesgos en esta nueva fase.