Las empresas de turismo activo de la provincia de Zamora miran con temor el calendario durante esta crisis del coronavirus, preguntándose si cuando termine habrá sido demasiado tarde. El confinamiento ha llegado precisamente en plena temporada de estos negocios, que aprovechaban el buen tiempo para realizar actividades rurales de todo tipo, desde senderismo hasta avistamiento de animales; experencias que se mantenían también durante el verano gracias a los campamentos.

"Ahora estamos parados por obligación, pero creemos que aunque pase la cuarentena el ocio, durante un tiempo, va a ser algo secundario porque la gente va a seguir teniendo miedo a salir", plantea Sonia González, de Turma. "Lo gordo nos empezaba en Semana Santa y a partir de ahí seguíamos con los colegios, que ahora han anulado y aplazado todas las reservas".

El sector no estaba exento de problemas antes del virus. La Asociación Nacional de Empresas del Turismo Activo lleva varios días solicitando al Gobierno la equiparación de su IVA (21%) al IVA turístico (10%), una queja que se remonta a varios años atrás y que ahora se hace especialmente importante para mantener el negocio. "El turismo activo es dinamizador de los pueblos. Enfrentarnos a un problema así en el entorno rural es tocar todo el empleo", insiste Raúl Temprano, vicepresidente de la asociación.