El acuarelista Javier Ortas expone por primera vez estos días en Zamora de la mano de la galería de arte Espacio 36-Ángel Almeida.

-¿Cómo llega al mundo de la acuarela?

-De niño trabajé con el óleo, acrílico y dibujé mucho. La acuarela, sin duda, es un reto porque dentro de las herramientas del arte es una de las más difíciles. Yo soy mucho de desafíos, empecé con ella y me enamoré de esta técnica.

-¿De qué manera llega a protagonizar la línea sus obras?

-Ha llegado al plantearme nuevos retos. Yo no utilizo nunca modelos todo lo que hago, a escala de la realidad, está absolutamente inventado. Parto del papel en blanco y me pongo a trabajar. No me gusta tener una foto delante o la realidad. A base de trabajar sin modelo te exiges a ti mismo y extraes las condiciones personales que tienes. La propia línea llegó por ampliar la pincelada, por probar y quedarte con algo que te resulta cómodo.

-Cuando se enfrenta con el papel en blanco ¿sabe qué quiere plasmar?

-Normalmente hago un pequeño esbozo en un papel pequeño y luego lo traslado al papel grande. La base de mi arte es ponerme ante el papel y ver que se me va ocurriendo de ahí también la amplia diversidad temática.

-¿Hay algún motivo que le inspire más o que repita?

-No trato un único tema. Me gusta mucho la naturaleza, el aire libre y todo el tema de la feminidad, de hecho casi todos los protagonistas de mis obras son mujeres, además me encantan los animales... mis escenas son muy variadas.

-Su pintura es alegre, ¿es uno de sus objetivos o se produce de manera colateral?

-Creo que es natural en mí. Soy una persona optimista y me gusta la belleza y las cosas que de alguna manera me llenen de una energía positiva. Se pueden interpretar y llevar a la pintura el lado más crudo de la realidad, pero yo me quedo con la positiva.

-Un ingrediente que define su hacer es el uso de una paleta viva.

-Influye mi optimismo y que viví muchos años en México donde el colorido es muy vistoso. También me gusta mucho intensificar los colores. Además, en la acuarela más tradicionales los pintores trabajan con unos colores más suaves, ahondando más en la transparencia y en ese sentido quería hacer un trabajo más rotundo en comparación con el óleo y con el acrílico.

-¿Su acuarela es trasgresora?

-Sí, considero que estoy fuera de bastantes normas de la pintura con acuarela y lo que ha sido habitual en el tiempo. Esta manera de trabajar a veces choca o causa recelo entre quienes son más puristas en el sentido académico de la pintura. En óleo y acrílico han habido distintas respuestas a proposiciones y en acuarela ya va siendo hora.

-¿Siente que esta técnica ha evolucionado menos?

-La acuarela por la dificultad que tiene y porque somos menos los pintores que la utilizamos es una técnica que si la pones junto a óleos suele quedarse en segundo plano por la intensidad visual y cromática. Yo insisto en las capas y en colores, lo que la hace equipararse con otras técnicas. En la acuarela habría que existir un mayor atrevimiento por parte de los autores para hacer ver que tiene la importancia que otras técnicas. Siempre se ha considerado la hermana pequeña de las artes plásticas, lo que no me parece justo.

-Y ¿cambiará esta concepción?

-No sé si lo veremos. Las academias de pintura y las asociaciones de acuarela trabajan como hace 200 años, insistiendo mucho en ciertas normas y en valorar, sobre todo, la transparencia tan tenue y suave, que es muy bonita, pero... introducir otra manera de trabajar en el mundo moderno del arte no lo veremos en un tiempo.