Los autores del estudio constatan que "desde fechas tardoantiguas hasta el siglo IX existe documentación en los textos medievales que parecía avalar esa imagen de Zamora como "la despoblada", tal y como se la denomina en las fuentes medievales. Los hallazgos arqueológicos de los últimos quince años permiten comenzar a aclarar este panorama. Las intervenciones desarrolladas tanto en el solar del Consultivo como en el Castillo han documentado áreas de habitación y de vertedero en las que se han identificado, al menos, dos fases de ocupación medieval sucesivas (Strato 2008-2009 y 2009). La cultura material permite retrotraer la más antigua a mediados del siglo VIII; en su mayoría son fragmentos cerámicos de clara adscripción andalusí procedentes de los estratos de colmatación".

Estos restos, apunta Blázquez hacen suponer que la población cristiana y la musulmana estaban "más mezcladas de lo que pensamos", es decir, no se encontraban separadas por una línea impermebale, sino que vivían en mundos interrelacionados. Y por supuesto, en Zamora tuvieron su asentamiento las dos culturas.