Según el documento de la Junta, la Unión Europea debería liderar una armonización fiscal para los territorios con desafíos demográficos que compensen las emisiones de dióxido de carbono de zonas industriales, muchas veces limítrofes, para que reciban una contrapartida que podrían destinar a la prestación de servicios de calidad y la vertebración adecuada sin agravios comparativos con zonas urbanas.

Sobre la respuesta de la Unión al cambio demográfico, cree que debe ser amplía, coordinada, integradora y transversal y todas las políticas y sus acciones, en especial la Política de Cohesión y la Política Agrícola Común (PAC), tienen que estar presentes en los desafíos demográficos y contar con presupuestos para hacerles frente.

Una estrategia europea sobre desafíos demográficos coordinada con el conjunto de instrumentos y fondos de la Unión Europea reclama la Junta, a la que considera que se debe dar un impulso en el marco financiero.