Ha sido el colofón perfecto de las actividades programadas por el equipo de profesores del IES María de Molina para conmemorar el 200 aniversario del Museo del Prado. Una particular colección de obras seleccionadas de esta pinacoteca adorna ahora una de las paredes del hall de entrada del instituto y las escaleras que llevan a la primera planta.

Los autores son los alumnos que el pasado año cursaban 4º de la ESO con el profesor Javier Adrián, impulsor de este original proyecto, que ha logrado promover la imaginación de sus estudiantes, capaces de transformar a los dos hombres que se baten a muerte en "Duelo a garrotazos" de Goya en lord Voldemort y Harry Potter con sus varitas mágicas en el combate final de la saga del joven mago nacida de la imaginación de J. K. Rowling o convertir en guerrero imperial de Star Wars al Felipe II de Tiziano.

Francisco de Goya es uno de los autores que más han inspirado a estos alumnos. Así, se puede disfrutar de "La familia de Carlos IV" en su versión más veraniega, con sombrilla, balón de playa y nevera incluidas; o de "La gallina ciega", trasladando el clásico juego que el autor maño representó en un paisaje a orillas del río Manzanares a una moderna discoteca donde los protagonistas cambian el cucharón de palo por un botellín de cerveza.

Otras obras tan conocidas como "Las meninas" de Velázquez también han sido "customizadas" por estos estudiantes y los personajes de doña María Agustina Sarmiento y doña Isabel de Velasco, que atienden a la infanta Margarita, le acicalan el pelo con secador y la maquillan como a una joven del siglo XXI. Del autor sevillano también está "El triunfo de Baco" -popularmente conocido como "Los borrachos"- donde los protagonistas se han convertido en personajes de cómic manga. Por su parte, Felipe IV rejuvenece para parecer un joven "millenial".

También hay espacio para autores internacionales, como "Las tres Gracias" de Rubens, convertidas en tres jóvenes haciendo topless en la playa.

Incluso hay espacio en esta muestra para la crítica social, como se demuestra con el cuadro "La monstrua desnuda", de Juan Carreño de Miranda, puesto que se adapta y justifica la inmensidad de este personaje acompañándolo de una torre de hamburguesas, patatas fritas de una conocida cadena de comida rápida y con un gran helado en la mano.

En la inauguración oficial de esta exposición alternativa de obras maestras, en la que estuvo presente el director provincial de Educación, Fernando Prada, el profesor Javier Adrián se mostró más que orgulloso con los trabajos realizados por sus alumnos. Tras agradecer la gran labor realizada por su compañero Jesús Rebollo y la directora del centro, Rocío Ferrero, destacó que esta idea es una singular manera de que estos cuadros salieran de alguna manera de "las frías salas" del Museo del Prado.

"Quién les iba a decir que a todos ellos le darían una segunda oportunidad unos alumnos de Zamora, una vida a estrenar, refrescante, llena de nuevas experiencias", describió, asegurando que estos lienzos se sienten "encantados" con la experiencia.

En este sentido, también apuntó que los autores estarían satisfechos de la revisión de sus cuadros en pleno siglo XXI. "No me cabe duda de que Rubens estaría admirado por la armonía de tonos cálidos de sus tres gracias, que ahora resplandecen como no lo habían hecho antes. Goya estaría encantado con la renovada apariencia de su familia real, mucho más humana y menos altiva y también observaría, asombrado, cada detalle hecho a rotulador en la gallina ciega", añadió.

Y es que la técnica más utilizada por sus alumnos han sido los rotuladores y lápices de colores -a excepción de la acuarela en el caso de la versión de "Las meninas"- para plasmar "una nueva vida para los personajes de los cuadros, situándolos en un contexto moderno, actual, el que ellos viven a diario. Cada uno lo ha hecho con su estilo y con su propia creatividad y los resultados son excelentes", aplaudió el profesor de Plástica.

En un repaso por los cuadros describió desde el Baco que avisa de las consecuencias de la comida chatarra hasta el san Antonio que advierte de las consecuencias de caer en la tentación de salir un fin de semana con los colegas o la vigorexia del bufón Perejón, haciéndose un "selfie" en el gimnasio para su cuenta de Instagram. La mítica maja de Goya aparece con un largo tatuaje por su cuerpo o ´Durero se convierte en su autorretrato en todo un hípster de manual, mientras que el Adán y Eva de Durero visten un chándal rojo él emulando a un vigilante de la playa y cambiando su manzana ella por una bebida de café de una reconocida cadena como nuevo objeto de pecado.

Para finalizar, Javier Adrián invitó a sus alumnos a regresar al Museo del Prado. "Todos estos personajes también regresarán, inevitablemente, a las frías salas del museo, pero podréis apreciar al acercaros un brillo especial en sus miradas y podréis oír nuevamente un susurro proveniente de lo más profundo del envejecido lienzo que os dirá: gracias, mil gracias por esta nueva y apasionante vida que nos habéis ofrecido", aseguró.

Por su parte, la directora del centro indicó que con esta exposición se quiere valorar el esfuerzo realizado por los alumnos para crear los 26 cuadros que componen la muestra. "Es la creatividad colgada en las paredes del centro", describió, para defender así las nuevas prácticas docentes que se instauran para defender una manera diferente de enseñar.