La Fundación Línea Directa ha identificado quince puntos rojos en la ciudad y alguno más en localidades limítrofes, como Monfarracinos, Coreses y Villaralbo, es decir, los lugares donde son más frecuentes los siniestros de tráfico urbanos. Los puntos rojos están en los cascos urbanos de las respectivas localidades. En el caso de Zamora destaca Cardenal Cisneros, con tres puntos rojos, las salidas de la ciudad a la altura del Puente de Hierro, la rotonda de San Frontis, la N-122 por Villagodio o en dirección a Alcañices, cuesta de la Morana y Carretera de La Hiniesta y algunos otros puntos en La Marina o la plaza de Cristo Rey, fundamentalmente.

La definición de punto rojo utilizada para el estudio contiene a todas aquellas vías urbanas (incluyendo calles y circunvalaciones) en las que se han concentrado más accidentes graves en los dos últimos años.

Se consideran accidentes graves aquellos siniestros en los que debido a su intensidad, el vehículo no ha podido circular posteriormente por sus propios medios, incluyendo, en muchos casos, lesionados de todo tipo. Son accidentes que normalmente no salen en las estadísticas de la siniestralidad de tráfico, pero que son más frecuentes de lo que parecen.

Los puntos rojos se han identificado a través de la geolocalización de los servicios de asistencia en viaje de Línea Directa. Posteriormente, se han volcado en un mapa y, tras un exhaustivo análisis, se han determinado las vías con más concentración de accidentes de cada ciudad, así como las zonas de mayor incidencia. El objetivo del estudio era conocer la evolución de la siniestralidad urbana en los últimos cinco años, ya que dobla prácticamente a la registrada en carretera. La misma Fundación realizó ya un estudio similar en 2012. Otro de los objetivos del trabajo es incentivar la participación ciudadana "para que, entre todos, logremos reducir el riesgo y favorecer la seguridad vial", así como llamar la atención de las administraciones. Constatan, asimismo, que la mayoría de las iniciativas y campañas de concienciación tienen por objeto las carreteras interurbanas, no la circulación en ciudad.

El mapa saca las vías con mayor concentración de accidentes graves. Y es que en los últimos cinco años la accidentalidad con víctimas en ciudad prácticamente dobla a la registrada en vías interurbanas. Además, mientras en ciudad ha crecido casi la cuarta parte la siniestralidad desde 2013 en carretera el incremento es muy más modesto, del 0,5%.

El perfil del accidente urbano son las colisiones laterales y alcances el cruces y rotondas, principalmente. Los meses con más siniestralidad son julio y septiembre. Los atropellos a peatones tienen un especial peso en los siniestros urbanos. Las causas principales son las distracciones, no respetar la prioridad y la distancia de seguridad.

En los vehículos las zonas más dañadas son la zona trasera y delantera, sobre todo parachoques y aletas. El coste medio de las reparaciones es de 1.200 euros. En cuanto a las lesiones de los conductores o los ocupantes abundan los esguinces cervicales (65%), hernias discales (15%) y esguices de rodilla (10%).

Segun las conclusiones del estudio, la siniestralidad en ciudad se dispara en España. Entre 2013 y 2017, la mortalidad en vías urbanas se incrementó un13%, en los últimos 5 años, 2.360 personas murieron.