La iniciativa llevada a cabo en la parroquia de San Lázaro de Valencia, donde recogen diversos objetos, entre ellos libros, que les regalaba la gente y a los que daban una segunda vida útil a la par que conseguían recursos económicos para fines sociales, inspiró el proyecto de reciclaje selectivo que lleva a cabo la Saleta desde hace casi un lustro.

Un grupo de colaboradores comenzó a atesorar volúmenes en el Seminario tiempo atrás, mientras que ahora su depósito se localiza en dependencias de la parroquia de San Vicente donde, en varias salas y diseminados por estanterías, se encuentran más de 2.000 volúmenes de variadas y sorprendentes temáticas.

Los libros llegan a manos de los integrantes de la Saleta de muy diversas maneras. "Desde personas que hacen limpieza en casa y prefieren no tirar los libros, quienes cambian de domicilio o bien descendientes de personas que fallecen que optan por vender el piso de sus padres y nos llaman para que nos hagamos cargo de las bibliotecas que poseen", testimonia el presidente de la Cofradía de la Virgen de la Saleta, Javier García, quien ejemplifica que en el verano, cuando los voluntarios disponen de más tiempo, afrontan el grueso de la tarea de recogida.

Los títulos alcanzan las dependencias que ocupa el programa de reciclaje selectivo a través de un rudimentario pero efectivo sistema de poleas que salva los tramos de escaleras existentes desde la calle hasta la sede. Primeramente, en una sala varios voluntarios proceden a efectuar una criba donde separan los volúmenes en función de su valía para ser vendidos por internet o en mercadillos.

A continuación, los catalogan. Aquellos que irán destinados a venta on line se suben al portal "todocoleccion", tras haber introducido sus datos en la herramienta que el sitio web posee para tasar los libros. "Es el propio portal el que determina el valor del libro a través de una herramienta de orientación del precio. Si el título tiene varios precios, fijamos el más barato. Si no se ha vendido nunca, marcamos su precio de una manera orientativa en función de la época y su estado. Si se trata de un título sobre Zamora disponemos ya un bagaje para determinar su coste" puntualiza Javier García que agrega: "Cuando empezamos pensábamos que los libros no iban a tener valor, pero a la hora de meterlo en el programa descubres que hay títulos que siempre tienen un interés".

Una vez inventariado cada uno de los libros pasa a situarse en grandes cajas en otra habitación poblada por estanterías y estanterías repletas de cajas con los ejemplares. "Al principio los situábamos por temáticas, pero hemos comprobado que era más útil situarlos por fecha de catalogación", describe el tesorero de la cofradía, Javier Lorenzo, quien testimonia que si algún volumen tiene el lomo roto u hojas sueltas se mejora "si tiene un mercado", algo que lamentablemente no tienen las enciclopedias. No obstante, las que les han entregado al igual que los libros en deplorable estado "los depositamos en el punto limpio".

Entre los más de 2.000 textos que atesoran, hay materiales muy variopintos y como prueba catálogos turísticos de los años 40 y 50 o los catálogos de Zamora de los años 60 con ilustraciones efectuadas por Luis Quico o Antonio Pedrero o bien un título dedicado a Miguel de Unamuno por su autor. "Pensamos que es un libro que en algún momento formaría parte de la biblioteca del filósofo gracias a los regalos de libros que recibía", pormenoriza el presidente de la cofradía que menciona que a veces en el interior de los libros aparecen objetos como "un billete de tren de la Vía de la Plata, estampas o fotografías familiares y si podemos realizar la trazabilidad del volumen nos podemos en contacto con quien nos lo ha facilitado para devolverlas". A mayores, la Saleta se ha hecho, gracias a distinta donaciones, con una pequeña fonoteca integrada por discos de vinilo de muy distintos estilos.

Los compradores de los materiales son fundamentalmente personas de fuera, mientras que los títulos centrados en la provincia poseen mucha salida en el ámbito del coleccionismo local. Anualmente la venta de libros reporta "unos 1.500 euros", explica el tesorero, una cantidad que en los primeros años destinaron a la financiación para proyectos destinados a jóvenes en riesgo de exclusión social y ahora entregan a familias necesitadas de la Unidad Pastoral del Buen Pastor.

La cofradía de Virgen La Saleta durante el cercano periodo navideño instalará en el salón parroquial de San Vicente junto a su tradicional belén un mercadillo donde venderán muchos de sus libros y donde los interesados pueden también realizar donaciones.

Todo libro encierra una historia, un interés que propició su compra y el cambio de manos implica una vía de transmisión de conocimiento, una nueva vida para el papel y, sobre todo, una manera de ayudar.