"Misterium Natalis" es el nombre elegido por la agrupación belenista La Morana para la exposición que este lunes inauguró la ciudad de Vigo, dentro de su particular carrera por convertirse en la capital de la Navidad. La tercera experiencia consecutiva de la asociación en la Casa das Artes es una recreación que lleva al visitante 2.000 años atrás en el tiempo y que acerca a los vigueses algo que ya conocen los zamoranos: la capacidad del taller belenista zamorano para "variar el guion" y ofrecer una perspectiva renovada de los acontecimientos bíblicos.

Además de ese "guion", la novedad la agilidad del nuevo recorrido, que tiene como objetivo superar los 60.000 visitantes del pasado año. Las primeras horas de apertura ya lograron sumar el primer millar en el contador de esta edición. "Este proyecto es un reconocimiento para nuestra agrupación tras veinte años de trabajo; realizar este belén monumental es una nueva oportunidad, un reto", explica Francisco Iglesias, satisfecho por ver el aspecto final del montaje, tras diez intensos días de trabajo.

Admite Iglesias que los vecinos de Vigo "nos están empezando a conocer", gracias al sentido "narrativo" que La Morana confiere a sus propuestas. En realidad, lo que hace La Morana es trasladar un "pedacito" de la dilatada tradición zamorana a la ciudad gallega, donde no existe tal recuerdo.

El colectivo no es ajeno a que la oportunidad se debe a la estrategia de su alcalde, Abel Caballero, de convertir la ciudad en un destino llamativo cuando se acerca la Navidad. "El enfoque es diferente al que hacemos en Zamora, todo el peso recae en la Concejalía de Comercio, porque entienden que es necesario dinamizar las calles para conseguir llevar un público que no acudiría de otra manera", explica el responsable de La Morana. En otras palabras, "es una campaña ambiciosa y mediática que pretende dar una dimensión más amplia a un comercio puramente local".

Visto así, cabe preguntar si es posible importar una estrategia parecida a Zamora, donde el comercio apenas si puede subsistir. "Aquí también se podría hacer buscando otros resortes, porque la Navidad tiene unos valores que podrían ayudarnos a crear una marca". Francisco Iglesias deja en el aire diversas propuestas que llenarían ese vacío: desde las mascaradas invernales al recorrido por los espacios naturales, con la Ruta del Belén o la Cabalgaza como ejes centrales. "Hay un público ávido de este tipo de producto", precisa.

Claro que, como en Vigo, "son las instituciones las que deberían promoverlo, con el apoyo del comercio". Francisco Iglesias precisa que la ciudad gallega comenzó "de una forma modesta", para ir cogiendo vuelo sumando iniciativas y actividades, junto a una llamativa ambientación de calle. Y aquí es donde "entra el belén monumental", con La Morana como uno de los talleres belenistas de mayor prestigio del país.