Los trabajadores jóvenes tienen prácticamente imposible emanciparse. Así se desprende de los datos desagregados por edad que elabora la Agencia Tributaria. Los contribuyentes que tienen menos de 18 años dan cuenta, cuando hacen la declaración de la renta, de unos ingresos que superan por poco los seis mil euros brutos anuales. Difícilmente puede dar para vivir.

Lo que los datos de la Agencia Tributaria ponen sobre la mesa es una doble realidad. Primero, los trabajadores jóvenes tienen unos sueldos que son mucho más bajos que los de sus compañeros más entrados en años. Incluso en la misma empresa, es habitual que los más veteranos ganen mucho más que los jóvenes. Además, es evidente que en las primeras etapas de la vida laboral muchos trabajadores no cuentan con un empleo estable. Trabajan solo unos pocos meses al año, por lo que los ingresos se resienten.