Varias generaciones de zamoranos pasaron por consulta en la Casa de Socorro y fueron atendidos por ella, la enfermera del centro, ubicado junto a la iglesia de San Esteban, ahora edificio que alberga oficinas municipales. Tomasita García Rivas hace tiempo que dejó de ejercer como sanitaria, pero sigue teniendo esa voluntad de ayuda a los demás y la misma determinación, a punto de cumplir cien años la próxima semana.

En la actualidad vive con una de sus hijas y ella sola se desenvuelve sin apenas ayuda en su día a día, lo que demuestra la fortaleza de esta mujer, que nació en Litos en 1919 en una familia con seis hermanos, de los que ya solo vive ella.

Viuda desde 2003, su historia de amor comenzó cuando un joven Tomás Díez García, natural de Villanueva del Campo, regresó del frente -en plena Guerra Civil, con solo 18 años, tuvo que ir a luchar a Madrid- tras ser herido después de que entrara un obús en el edificio donde se encontraba. Convaleciente conoció a Tomasita y se hicieron novios, para formalizar su relación en 1945.

El Correo de Zamora se hacía eco dos días después de su enlace -que se celebró el 23 de mayo- porque fue una boda que sorprendió a toda la ciudad, ya que las tres hermanas García Rivas se casaban a la vez. Así rezaba la noticia en el diario local: "En la parroquia de San Vicente se unieron en el indisoluble lazo del matrimonio las hermanas Tomasa, María Paz y Casilda García Rivas, hijas del industrial de esta plaza don Ricardo García Tocino. Se casó la primera con el empleado Tomás Díez García, la segunda con Damián García Izquierdo, maestro nacional, y la tercera con el militar Gerónimo Gajate Márquez. Bendijo la unión el cura párroco de mencionada iglesia don Gregorio González y firmaron el acta como testigos don Dimas Sánchez, don Jesús Carnero, don Agustín Prieto, don Francisco Hernández y don Tomás Díez". Tras estos datos, se señalaba que "los numerosos invitados a las tres bodas fueron obsequiados con esplendidez en el domicilio de las novias", para finalizar felicitando a las nuevas parejas. "Reciban los tres nuevos matrimonios nuestra enhorabuena que la hacemos extensiva a sus padres".

Las casualidades de la vida hicieron que en esa celebración estuviera ejerciendo de monaguillo un jovencísimo Juan Encabo, el recordado sacerdote de la parroquia de San Torcuato y que, cincuenta años después, fuera él mismo, ya como cura, quien oficiara la eucaristía que conmemoraba cinco décadas de amor entre Tomás y Tomasita, un matrimonio que duraría nada menos que 58 años.

Este próximo martes, 29 de octubre, seguro que recibirá todo el merecido cariño de sus cuatro hijos, que viven en Valladolid, Madrid y Zamora. Una familia a la que se suman nada menos que ocho nietos y cinco biznietos, a los que en breve se unirá un sexto miembro, Daniela. Todo un regalo para celebrar, todavía más, cien años de intensa vida.