La investigación de la Universidad de Salamanca y el CSIC, así como las instituciones portuguesas colaboradoras, pretende trasladar las conclusiones -se prevén exitosas- de la aplicación en Zamora a otras zonas que tengan problemas de envejecimiento. Para ello se establecerán diferentes ámbitos de actuación en materia de educación, ciclo laboral, capacidad física, capacidad financiera, participación, voluntariado, hábitats, cultura, salud y alianzas intergeneracionales. Se trata de que cada uno de los agentes de la ciudad aporte para convertir la longevidad en desarrollo, como por ejemplo puede ser la transformación del concepto urbano que involucre a arquitectos, geógrafos, economistas o sociólogos para conseguir tal fin.