A los 76 años, a Pablo Milanés le costó solo unas pocas canciones conquistar al público que abarrotó la plaza de la Catedral de Zamora. Un audiorio entregado a la elegante y clara voz del cantautor cubano.

En una plaza donde no cabía ni un alfiler, Milanés desplegó su música acompañado de forma soberbia al piano y al violonchelo, con temas nuevos y también alguno de los clásicos, como "De qué callada manera". El tiempo junto a la Catedral pasó volando ante uno de los mejores cantautores latinos.

"Mi vida no tiene sentido si no puedo cantar en directo", declaraba en la entrevista concedida a LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA.

Puedes recordar el inicio del concierto en directo en este enlace y el final de la actuación en el siguiente vídeo: