El calendario laboral del año que viene cuenta con ocho puentes festivos repartidos a lo largo de todo el ejercicio. Así consta en la propuesta que ha elaborado la Junta de Castilla y León y que tendrá que seguir los trámites pertinentes para su aprobación. En enero serán festivas las jornadas del día 1 (miércoles) y del día seis, lunes, siendo este el primer puente del año que viene. No habrá festivos en los meses de febrero y marzo para el común de los trabajadores. La Semana Santa celebra sus días centrales, jueves y viernes, el 9 y 10 de abril. El 23 del mismo mes es el Día de la Comunidad. Cae en jueves, por lo que no es descartable otro puente para muchos trabajadores.

A partir de aquí, la mayoría de los días festivos caen o bien a principio o bien a final de semana. El Primero de Mayo es viernes, el uno de junio (Día de la Hiniesta del año que viene) se va al lunes y el 29 de junio, San Pedro, también. Los dos últimos son fiestas locales, por lo que lo solo afectan a Zamora capital y no al resto de pueblos, que tendrán que adaptar el calendario con sus dos jornadas reglamentarias. El 15 de agosto, por el contrario, cae en sábado y la jornada festiva no se traslada, lógicamente.

Septiembre aparece sin festivos y el 12 de octubre cae en lunes, lo que deja otro puente. El Día de Todos los Santos, uno de noviembre, es domingo y la fiesta pasa también al lunes, lo que deja un puente más. Especialmente largo será el de primeros de diciembre. El día seis cae en domingo y la fiesta pasa al siete, lunes, que se une al ocho de diciembre, martes. Navidad cae el año que viene en viernes, lo que deja el último puente del año.

Estos festivos (un total de catorce: once nacionales, uno regional y dos locales) son, según indica la ley, retribuidos y no recuperables. Es decir, todos los trabajadores tienen derecho a descansarlos, cobrarlos y la empresa no puede exigir que estas horas se recuperen de manera alguna. A mayores hay que tener en cuenta los festivos de convenio que hay en algunos sectores. No son habituales en determinados negocios aunque otros, como la construcción o la educación, "santifican" los suyos.