Sería una simple batería de números si detrás de cada cifra no existiera un nombre, una cara: una víctima. Más de un centenar de zamoranas vive actualmente bajo la amenaza de sufrir maltrato en cualquier momento. Otras 74 han acudido a las autoridades a denunciar su inseguridad. De ellas, 24 cuentan ya con órdenes de protección. Y tres han conseguido recibir la ayuda necesaria para el cambio de residencia. Todo lo anterior son datos del año 2019. En el histórico, desde el año 2007 que se implantó el sistema de seguimiento para las víctimas de violencia de género, los guarismos se multiplican. Un problema que, lejos de resolverse, cada año va a peor.

Las autoridades se muestran vigilantes con los maltratadores. A día de hoy, la Policía Nacional tiene constancia de la existencia de 127 casos activos de violencia de género en la provincia de Zamora. Una cifra que no ha dejado de crecer en los últimos años. Desde que se contabilizan, el número de víctimas que han sufrido las consecuencias de esta lacra asciende a 1.509 solo en este territorio, lo que pone de manifiesto que el problema está en cada municipio, en cada esquina y en cada portal.

En el primer semestre del año, los diferentes cuerpos encargados de la seguridad ciudadana han recibido 74 denuncias en la provincia de Zamora. El curso pasado, esta cifra se elevó hasta los 314 casos que fueron elevados ante las autoridades pertinentes. Por otra parte, un total de 55 zamoranas han conseguido que se les coloque protección provincial ante la inseguridad que sufren. Solo en lo que va de año, 24 mujeres han solicitado ya este grado de protección.

El Ministerio del Interior es el organismo encargado de velar por la seguridad de las mujeres víctimas de violencia de género y entre sus misiones se encuentra realizar un seguimiento y protección a las víctimas en todo el territorio nacional. Además, quienes consiguen por fin las órdenes de protección tienen derecho a recibir un plan de seguridad personalizado con medidas de autoprotección. Una tarea que, a menudo, no llega a tiempo, lo que lleva a un desenlace en el que se produce el asesinato. Zamora, por el momento, se ha librado de ese final en 2019, aunque las cifras aún dan miedo.