En el desierto demográfico que es la provincia de Zamora, el verano se ha convertido en un oasis. Los pueblos de la provincia ven durante estos meses como cientos de vecinos, "hijos del pueblo" que durante los meses de verano viven en la ciudad o en otras provincias, llegan para pasar unos días en la tierra en la que se criaron. Ahora el Ministerio de Hacienda, con sus cifras sobre población, pone datos a una realidad que los vecinos de las pequeñas localidades de Zamora presencian día tras día durante las últimas semanas.

Quitando a la capital de la estadística, la provincia tiene unos 110.000 habitantes durante los meses de invierno. Durante los meses de verano, según la estadística, la población aumenta hasta superar los 260.000 habitantes solo en los pueblos de la provincia, sin contar a la capital -no es descabellado pensar que Zamora pierde población durante el verano en beneficio de las localidades de la provincia-.

Datos llamativos

Los pueblos que más población ganan durante los meses estivales son, lógicamente, los más grandes de la provincia. Toro, que durante estos meses llega a superar la cifra de 20.000 habitantes, es el municipio que más crece. Benavente es el segundo de la lista. De los poco más de 18.000 habitantes censados, según los últimos datos del INE, la localidad pasa a acoger a unas 26.000 personas según las estimaciones del ministerio. Morales del Vino también aumenta su población de una manera importante al pasar durante estos meses de los 5.000 vecinos mientras que Puebla de Sanabria experimenta un "salto" que la lleva a tener más de 5.200 habitantes desde un censo anual de poco más de 1.400 personas, las que residen ahí habitualmente.