El motivo principal de que quiera sacar a la luz su caso particular se basa en que pueda ayudar a personas que tengan una vivienda cerrada en la capital, a la espera de ser vendida o ponerla en alquiler, para que tomen las precauciones oportunas para que no entre ningún okupa en estos domicilios. "Son casos más habituales en Zamora de lo que creemos", asegura.

Por otra parte, en la denuncia que ha interpuesto en la Comisaría deja constancia de los continuos problemas en la comunidad. Desde que los okupas están en el piso donde residió su madre, "han generado varios problemas de convivencia en el edificio, habiendo tenido que llamar los vecinos a la policía en varias ocasiones", consta en el escrito.

"Es una situación de inseguridad continua para los vecinos y toda la comunidad, porque la conducta de estos individuos puede llegar a ser muy violenta", alerta la denunciante. En este sentido, los residentes llevan días soportando desde gritos hasta discusiones o música demasiado alta a horas intempestivas. Y todo sin que puedan hacer nada más allá de dar parte a la Policía Nacional.

Además, también se han descubierto algunos pequeños destrozos en las zonas comunes de la comunidad. Por ese motivo, la afectada anima a los vecinos y al administrador de fincas que se ocupa de la gestión de este edificio que acumulen denuncias para que quede constancia de todo lo que está sucediendo.