Cáritas Zamora atendió el año pasado a más de once mil personas, una cifra “preocupante”, según Antonio Jesús Martín de Lera, delegado y director de Cáritas Diocesana en la provincia, y que supone que el 20% de la población de la diócesis necesitó ayuda de la organización a lo largo del 2018.

Con un presupuesto de casi once millones de euros, los recursos durante el año pasado se han repartido entre el programa a mayores, que se centra en la atención de personas de avanzada edad en centros de la provincia; los programas de infancia, con el Centro de Apoyo al Menor, donde han atendido a 152 personas; o la Casa de Acogida Bonifacia, para personas sin hogar o que hayan sufrido violencia de género, por cuyas instalaciones han pasado 816 personas durante el año pasado.

El riesgo de exclusión social “se ha enquistado”, sobre todo si nos referimos a temas de vivienda o de empleo y “más en provincias como la nuestra”, según aseguró Martín de Lera, que señaló además que estos dos hechos como una de las principales dificultades a las que se enfrentan en Zamora.

El delegado de Cáritas en Zamora, criticó su parte que las administraciones no gasten “ni la mitad del presupuesto que tienen para ayuda en emergencia social”, mientras organizaciones como Cáritas y otras entidades no se cubren sus demandas.

“A veces la burocracia y el excesivo control, que es bueno, hace que tengamos que decir a una persona que no se le puede ayudar”. De hecho, afirmó, la Junta de Castilla y León y la Diputación de Zamora han mantenido sus ayudas, aunque no las han incrementado, mientras que el Ayuntamiento de la capital no adjudicó el año pasado el presupuesto para ayuda de emergencia y necesidad, aunque sí mantuvo su ayuda de 24.000 euros para personas sin hogar.