El escrutinio de las elecciones municipales del 13 de junio de 1999 se tornó en una noche del terror para Izquierda Unida de Zamora. Por los pelos consiguió la coalición alcanzar el 5% exigido para la obtención de concejales y su botín fue francamente escaso: un edil. Esa persona que representaría las siglas en el Ayuntamiento de Zamora era Francisco Guarido, que por primera vez se ponía al frente del partido en unos comicios. En ese momento, con ese varapalo, comenzó un camino que encontró su punto álgido el pasado domingo, durante otro escrutinio electoral. La formación consiguió una representación de 14 concejales, cosechando así el mejor resultado de su historia. Y al frente, como en el 99, el mismo Francisco Guarido.

"La verdad es que fue un resultado muy malo", recuerda el alcalde en funciones sobre aquel 1999. No se equivoca. Izquierda Unida pasó en esas elecciones de 3.062 votos a tan solo 1.588; de tener dos concejales y un diputado a quedarse con tan solo un edil; de contar con cierta estabilidad a tener incluso que abandonar su sede. "Recuerdo que teníamos una sede en Santa Clara, encima de Heptener. Era una sede muy buena, pero nos tuvimos que ir porque no llegaba el dinero", explica. "Nos fuimos a una frente al Mercado mucho más pequeña y mucho más barata", añade. "En realidad, fue una lección de que no debíamos gastarnos el dinero en sedes y sí en otras cosas: ahí nació nuestro periódico, lo que el PP bautizó como 'el panfletillo' de Izquierda Unida", rememora el regidor.

En el seno de la coalición todavía culpan al Partido Democrático de la Nueva Izquierda de aquella derrota. "Aquello lo encabezaba Cristina Almeida y nos hizo mucho daño", comenta Francisco Guarido. Aunque la realidad es que esta formación apenas logró 314 votos, por lo que la influencia no fue tan decisiva. En aquellos comicios, el Partido Popular vapuleó a sus rivales con 15 concejales y 15.375 votos. Ahora, Izquierda Unida ha necesitado 16.034 votos para sus 14 concejales. "Dios mío, somos como el PP de Antonio Vázquez", ironiza.

El año 2003 sirvió para la redención. Izquierda Unida, con Francisco Guarido y Laura Rivera a la cabeza, conseguía dos concejales y se quedaba a 24 votos del tercero. "Son cosas que pasan, pero fue decepcionante porque hubieran servido para quitar la mayoría al Partido Popular", señala. Una circunstancia que sí se dio en 2007, tras la marcha de Antonio Vázquez y la primera incursión municipal de Rosa Valdeón. "Lo de Adeiza... Aquello sí fue una gran decepción", lamenta todavía el regidor en funciones.

La historia, para el que no la recuerde, pintaba de la siguiente manera. Con el PP con doce concejales, el PSOE con ocho e Izquierda Unida con tres, debía ser la formación de Miguel Ángel Mateos y sus dos ediles quienes decantaran la balanza. "Era la llave y son los riesgos que se corren en este tipo de situaciones", recuerda. "Hay gente que dice que no le convence nadie y por eso se abstiene, pero no es así. La abstención tiene consecuencias y la consecuencia aquí fue Rosa Valdeón alcaldesa", teoriza. "Esto mismo puede pasar ahora en la Diputación. Cuando uno es llave, la llave hay que girarla y creo que la sociedad no perdonaría a Ciudadanos que dejara el gobierno en el lado mayoritario, que es el de la derecha", analiza Francisco Guarido.

La historia de Izquierda Unida en Zamora continúa en las elecciones de 2011 con un nuevo récord de concejales. En esta ocasión, la lista liderada por Laura Rivera consiguió colocar también a Francisco Molina, Francisco Guarido y Miguel Ángel Viñas en el mandato de mayoría de Rosa Valdeón. "Aquello sí que fue un absoluto rodillo", rememora Guarido. "No recuerdo que se nos consultara nada y la realidad es que gobernaron con cierta impunidad, aunque también les pilló todo: el derrumbe del ladrillo, los 18 millones de pago a proveedores, la deuda de 27 millones, el plan de ajuste, el recorte en todos los servicios... Una inactividad completa de 2012 a 2015", valora el alcalde en funciones.

Aquel fue el último mandato de Izquierda Unida en la oposición, dado que el junio del año 2015 un pacto entre la coalición y el PSOE colocaba a Francisco Guarido al frente del Ayuntamiento de Zamora con ocho concejales. Cuatro años después, esa cosecha se ha incrementado hasta los 14 ediles para gobernar en mayoría. "Quién nos iba a decir que llegaríamos a la misma situación que Antonio Vázquez, pero a la izquierda", detalla el alcalde.