Izquierda Unida apostará, si continúa en la Alcaldía, por una política urbanística de obras "poco vistosas pero muy necesarias" para la ciudad. Esa es la idea que maneja el equipo capitaneado por Francisco Guarido, que ha enumerado una serie de intervenciones que se materializarán en caso de que el 26-M las urnas le respalden. Se trata, por ejemplo, de habilitar un nuevo depósito del agua. "El actual tiene cincuenta años y llevamos los diez últimos haciendo obras de chaperones", ha señalado el alcalde. Igualmente, se propone renovar la red de colectores y continuar con una política activa de arreglos de aceras.

Guarido ha querido destacar las actuaciones realizadas a lo largo de los últimos cuatro años en materia de urbanismo. Tales como cuatro planes de asfaltado, reposición de aceras o renovación de parques infantiles. Además, ha reivindicado las mejoras efectuadas en el cementerio de San Atilano, así como en la red de saneamiento o en el alumbrado público. Ejecutadas estas obras, Izquierda Unida quiere proseguir "mejorando la ciudad" alejados de los grandes proyectos faraónicos.

Pero esta idea no obsta para meter mano a uno de los grandes inmuebles que posee el Ayuntamiento de Zamora: la antigua estación de autobuses. Hace cuatro años, en el acuerdo marco de gobierno suscrito entre IU y PSOE, se proponía iniciar los pertinentes estudios para convertir esta gran manzana en aparcamiento subterráneo y oficinas y locales en superficie. "Cuando se trasladen los bomberos a su nueva ubicación, retomaremos el proyecto", ha analizado Guarido. "El alquiler de las oficinas se firmó por diez años, quedan cinco y es el momento de dar una solución", ha afirmado el candidato de IU.