El juez ha decretado el ingreso en prisión de uno de los dos jóvenes detenidos por la Policía Nacional, que acababa de salir de la cárcel, por los robos que venían sucediéndose en bares de la capital y de la provincia desde enero para sustraer el dinero de las cajas registradoras y de las máquinas tragaperras. Los dos delincuentes accedían al interior de los locales reventando puertas, ventanas o verjas, informa la Comisaría de Zamora, que les endosa 18 asaltos a establecimientos de hostelería y sustracciones de vehículos.

Los dos zamoranos, de 36 y 20 años de edad, que actuaban de madrugada y encapuchados, están siendo investigados por haber perpetrado 11 robos en establecimientos de hostelería, cinco de ellos en Zamora y seis en localidades próximas a la capital; y de sustraer siete vehículos -de marca Ford Escort-, dos de ellos en la capital y cinco en otros municipios. Los acusados utilizaban esos turismos para desplazarse hasta los locales que robaban para dejarlos después abandonados tras los asaltos, de acuerdo con los datos facilitados por la Policía Nacional.

Solo el cabecilla, de iniciales, F.C.B., que planificaba y organizaba los robos, tiene en su haber "52 reseñas policiales por delitos, no sólo contra el patrimonio, sino también contra la salud pública", tráfico de drogas, indican las mismas fuentes oficiales.

El arresto tuvo lugar el día 21 de febrero, cuando los dos individuos -con un amplio historial delictivo que suma casi el centenar de robos y tráfico de drogas al menudeo- trataban de entrar en el bar Belmar de la capital zamorana. Los agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana les pillaron "in fraganti" intentando forzar las ventanas del local situado en la calle del Riego y lograron impedir que ejecutaran un nuevo robo.

Ante el incremento de este tipo de delitos que se venía registrando en bares de la capital y de localidades de la provincia con el mismo modo de operar, el Grupo de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de policía judicial abrió una investigación que permitiría la imputación de los delitos a estos dos delincuentes que buscaban únicamente dinero rápido en cada asalto. Una vez en el interior de los locales, a los que llegaban en vehículos previamente robados, iban directamente a sustraer las cantidades que hubiera en las cajas registradoras y en las máquinas tragaperras. Los ladrones no estaban interesados en los licores y otros artículos que ofrecen este tipo de establecimientos abiertos al público.

Los policías fueron reduciendo el círculo de sospechosos hasta centrar sus pesquisas en un reducido grupo de individuos a los que se realizó un seguimiento y de puso en marcha un dispositivo policial la madrugada de día 21 de febrero que permitió localizar a los dos jóvenes cuando se disponían a acceder al bar de la calle del Riego, momento en el que fuero detenidos y trasladados a la Comisaría de Zamora por agentes de Seguridad Ciudadana.

Los ladrones actuaban con gran rapidez una vez dentro de los negocios que asaltaban, a los que lograban entrar con herramientas para forzar las verjas o fracturar las puertas o ventanas, con lo que causaban daños materiales importantes, según la Comisaría de Zamora.

Pero su ámbito de actuación no se limitaba a la capital, al menos, en seis ocasiones desde primeros de enero se fijaron como objetivo bares situados en localidades próximas a la ciudad de Zamora, "para lo que previamente robaban un vehículo al que practicaban el "puente", que luego abandonaban en la vía pública con diversos destrozos", concreta la Policía.