"En Zamora lo que nos gusta es sacar los pasos a la calle, somos más de desfile que de cofradías" manifestaba un hombre que presenciaba el Vía Crucis que congregó en las calles a miles de personas que hicieron que el casco antiguo fuera un preludio de la Semana Santa, dentro de las actividades del VII Congreso Nacional de Cofradías y Hemandades.

Mientras que en la Catedral tenía lugar la misa pontifical, decenas y decenas de personas aguardaban la salida de los pasos del Museo de Semana Santa que, poco a poco, iban situándose en los lugares marcados por la organización.

El pebetero de la cúpula, el campanil, los portadores de las estaciones (todos a cara descubierta) los integrantes de la Banda de Cornetas y Tambores Ciudad de Zamora y los de la Banda de Música Maestro Nacor Blanco aguardaban, en la plaza de la Catedral, el arranque del rezo.

Se oye al Barandales y se hace el silencio. El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, insta a "dar testimonio público de nuestra fe a través de este santo Vía Crucis" y el desfile comienza bajo la atenta mirada de cientos y cientos de personas, prácticamente todos de la tierra. "Ha venido poca gente de fuera", lamentaba una mujer.

La música de la antigua banda de la Cruz Roja se mezcla con las campanas de la seo y las de Barandales, vestido con el traje de la Junta por Semana Santa, al que sigue el campanil del Espíritu y la corona de espinas que hiciera José Luis Alonso Coomonte. Los elementos enlazan con las banderas de la Pasión de la provincia y los estandartes de las cofradías y hermandades de la capital que acompañaron a las estaciones, la primera de ellas portada por una mujer que al pasar ante La Sentencia detuvo su marcha.

El incensario del Silencio traspasa la puerta del atrio al tiempo que la Santa Cruz avanza al son del himno nacional. Antes de que la imagen titular de la Vera Cruz abandone suelo eclesial a través de la megafonía se oye "primera estación. Jesús es condenado a muerte", un fragmento del Evangelio y una reflexión al hilo del asunto abordado, en la voz de Luis Ramos en tanto que el sacerdote Javier Fresno insta a la población a rezar.