El Juzgado de Menores sienta este jueves en el banquillo al adolescente de 16 años que confesó haber asesinado el 3 de mayo a Leticia Rosino Andrés a golpes con una piedra de gran tamaño, tras violarla, al menos, en dos ocasiones según consta en el informe forense una vez analizadas las pruebas de ADN, restos de semen, hallados en el cuerpo de la joven vecina de Castrogonzalo de 33 años que han resultado ser del acusado, de iniciales J.A.A.C., que se enfrenta a 8 años de internamiento de los que cumplirá año y medio en el centro de menores de Zambrana, donde fue recluido el 5 de mayo, y el resto en una prisión para adultos, así como 5 años de libertad vigilada tras abandonar el presidio. Esa es la pena máxima que solicitan la Fiscalía de Menores y la acusación particular, que representa a la familia y exige una indemnización de 229.646 euros para los padres de Leticia, para el hermano y para su novio por el irreparable daño que les ha causado al terminar con la vida de la joven zamorana que residía en Castrogonzalo desde hacía casi dos años, desde que trabajara en la industria láctea de la localidad.

Los datos de la autopsia desvelan que la joven, que sufrió antes de morir por el brutal ataque del menor, que actuó con alevosía y ensañamiento, luchó hasta el final contra su agresor, quien terminó con su vida al golpearla en la cabeza con una piedra con aristas de unos cinco kilos de peso, con la que le causaría fracturas a ambos lados de la cabeza, en la parte frontolateral derecha y en la izquierda, zona esta última en la que le causó una gran hendidura.

Leticia había salido esa tarde del 3 de mayo, hacia las 17.00 horas, de casa para caminar por la zona próxima al río Esla y al llegar a las inmediaciones de la parte trasera de Lácteas Cobreros, donde trabajaba, se topó con el menor sentado en una especie de acera. Al sobrepasarlo, el adolescente, con intención de agredirle sexualmente, de acuerdo con el escrito de la Fiscalía y de le acusación particular, se fue hacia ella y, al ver que escapaba, la arrojó una piedra con la que la alcanzo en la cabeza, la joven cayó al suelo, del donde ya no pudo levantarse. El adolescente la agarró fuertemente, al parecer, por las piernas y la arrastró hasta una pradera situada fuera del ángulo de visión del paseo. Allí, la despojaría de sus leggins y de sus bragas con la intención de violarla, como haría posteriormente con penetración vaginal y anal, mientras la agarraba fuertemente por el cuello. Leticia forcejeó con el menor y, aunque llevaba pesas para muñecas de medio kilo que le limitaban para manejar sus brazos, trató de deshacerse de su agresor, pero no pudo quitárselo de encima, dada su estatura y corpulencia.

Ayer mismo, al hacerse pública la fecha del juicio, el novio de Leticia, David Alonso, escribía en su Facebook que "no hay justicia posible que le haga pagar" al asesino, "bestia que ha truncado muchos sueños e infringido mucho dolor" porque "la Ley no da herramientas suficientes para que este criminal pague. Solo espero y deseo que sea condenado de la forma más dura posible aunque sea insuficiente". Alonso clama por endurecer la ley para que "este tipo de alimañas pague, que sea suficientemente coercitiva" para que "nunca más una mujer sea violada, asesinada o maltratada".