La vivienda se está convirtiendo en Castilla y León, con cierto retraso, en un nicho para la inversión ante la rentabilidad elevada que ofrece el alquiler. Se trata de un negocio "redondo" debido a la fuerte subida de las rentas, frente al menor crecimiento de los precios de compra. Una situación que complica el acceso a una casa a muchos ciudadanos, que ven cómo el esfuerzo mensual que requiere un arrendamiento es muy superior al que pagarían si la adquirieran con una hipoteca a largo plazo.

No obstante, con un 5,2% de beneficios, la rentabilidad del negocio en Zamora se sitúa a la cola de Castilla y León según el informe elaborado para la agencia Ical por Urban Data Analytics (UDA), socio tecnológico de Sociedad de Tasación. El informe refleja que la rentabilidad bruta del alquiler -esto es, el porcentaje anual de rentas en relación al precio de la compraventa- ya está ya por las nubes en la Comunidad, aunque muy por debajo de la media del conjunto del país. De hecho, ninguna provincia alcanza ese rendimiento medio que se situó en el 7,5% hasta junio.

La explicación de este fuerte incremento de la rentabilidad se encuentra en la "tormenta perfecta" que se da en el mercado inmobiliario: a una fuerte demanda de vivienda, con cierto recelo a la compraventa, se suma un crecimiento lento de los precios de venta con lo que muchos propietarios e inversores prefieren en este momento arrendar sus casas puesto que permite asegurarse unas mensualidades elevadas. Así, la rentabilidad bruta en Ávila es del 6,1% en el segundo trimestre, siendo la zona de Castilla y León con el porcentaje más elevado, por delante de Segovia (6%). A continuación figuran León y Valladolid con un 5,8%, seguida de Palencia (5,7%), Salamanca (5,4%), Burgos (5,3%) y Zamora (5,2%), en último lugar.

Estos valores son muy inferiores a provincias como Castellón (14,3 por ciento), Navarra (9,8 por ciento) y Sevilla (8,3 por ciento), donde sale más a cuenta alquilar una vivienda. Así, la Comunidad se alinea con territorios de interior como Huesca o Lérida, donde el mercado inmobiliario presenta un menor dinamismo, que ronda el 0,5 por ciento, en función de la demanda y la oferta.

Respecto a los precios, conforme a los datos del segundo trimestre recopilados por el Ministerio de Fomento, el alquiler se situó en Castilla y León en los 6,1 euros el metro cuadrado. Lo que significa que una vivienda de 100 metros cuadrados costaría 610 euros al mes, pese a bajar un 0,4 por ciento en relación al mismo periodo de 2017.

Por provincias, se situó en los 4,6 euros en Ávila; los 5,8 en Burgos; los 4,9 en León; los 5,2 en Palencia; los 7,3 en Salamanca; los 5,9 en Segovia; los 4,8 en Soria; los 6,2 en Valladolid, y los 4,7 en Zamora.

En cuando a las capitales de provincia, Salamanca es la más cara con 7,6 euros el metro cuadrado, seguida de Segovia con 6,6. Por su parte, Zamora, fue la ciudad más barata con 4,8 euros el metro cuadrado.