Francisco Guarido es el alcalde de capital de provincia que menos cobra de toda España con un salario bruto de 32.643 euros. Un hecho al que resta importancia a través de un discurso político sobre el valor y el precio. La teoría del regidor del Ayuntamiento de Zamora es que una persona tiene que cobrar en política en consonancia con el salario percibido antes de llegar a ella. Sea uno o sea diez. Pero nunca se debe aspirar a amasar fortuna. Además, cierra de un portazo esa lectura de que un alcalde tiene que cobrar, al menos, un euro más del sueldo del funcionario que más cobre. "Eso son prácticas del neolítico", defiende.

"Ser el alcalde que menos cobra de una capital de provincia entre los que estamos liberados a tiempo completo ni quita ni pone; para mí, no tiene ninguna importancia". Así de tajante se muestra Francisco Guarido después de saltar a la palestra nacional por estar en posesión de los emolumentos más bajos de los 49 regidores de capitales de España. "Lo importante en los sueldos políticos es que no vengan definidos en un reglamento de entidades locales, sino que sean cantidades variables que dependan de lo que uno hiciera en su puesto de trabajo o en su vida profesional antes de llegar a la política", defiende.

Para Francisco Guarido, no debería haber posibilidad de amasar fortuna en la función pública dentro del ruedo político. "A la actividad política nadie puede venir a enriquecerse. El enganche no tiene que ser poder subirse el sueldo dos o tres veces más, sino que tengas ideas para beneficio de la sociedad y proyectos de mejora para las futuras generaciones", analiza en su valoración de los sueldos de los principales alcaldes.

En consonancia con lo dicho, Francisco Guarido traza una línea sobre la teoría de la responsabilidad en función del salario. "El salario que uno cobre como alcalde no tiene que ver ni con la cantidad ni con la calidad de lo que se hace", defiende. "Yo creo que hago un trabajo de un valor muy superior a mi sueldo; pero una cosa es el valor y otra muy diferente es el precio. Lo que hace que el valor sea mayor es mi trabajo y el de mi equipo de Gobierno, pero esa calidad no tiene que ver con el sueldo", ahonda el alcalde.

Sobre la teoría de que el regidor de una ciudad debe ser el que más cobra en todo el ayuntamiento, por delante del funcionario que más sueldo percibe, Francisco Guarido se muestra tajante. "Eso lo conocí yo en tiempos del neolítico. Cuando yo entré en el Ayuntamiento de Zamora eso era así y lo que hacían era incrementar los sueldos y los complementos para ganar más que el funcionario, algo que a mí me parecía un poco fraudulento. No podemos estar sujetos a los funcionarios", concluye.