El turismo en Zamora ha crecido, es un hecho. Cada vez se puede encontrar a más gente por la calle caminando con mapas, cámaras en mano, conociendo la capital y caminando por sus calles. Llama la atención las familias que optan por la ciudad como opción para su ocio pero también el numero de extranjeros. Ya no es raro ir caminando por la plaza Mayor y escuchar a una pareja hablando en inglés y autosorprenderse. Zamora se está convirtiendo en un destino turístico muy apetecible. Y atrayente no solo para visitantes nacionales sino también para extranjeros.

Este verano el turismo ha aumentado respecto a los años anteriores. En el mes de junio ya se ha notado según la Oficina de Turismo Municipal, y aunque julio es un mes tranquilo en la ciudad es evidente el crecimiento. Pero los meses más movidos de la época estival son agosto y septiembre.

¿Qué es lo que viene buscando la gente a Zamora? Lo primero que viene a la cabeza al pensar en la capital es tranquilidad, la calma de una ciudad sosegada a las orillas del Duero. Pero en la Oficina de Turismo, una de sus empleadas, María Rosa Rubio, defiende que la naturaleza es otro de los atractivos fundamentales para el turismo. Las visitas al parque de Valorio han aumentado. Y destaca la nueva zona de autocaravanas, que se abrió en Semana Santa y que es imprescindible. El turismo en caravana ha crecido notablemente desde esta apertura, cada vez son más los turistas que utilizan este método para viajar y visitar la ciudad. Suelen ser visitas de tres días para disfrutar de la naturaleza y el patrimonio. Y es que la estrella sin duda de Zamora son sus monumentos. Rubio aboga porque la capital "debería seguir explotando el potencial del románico y promocionarlo al exterior, lo cómoda que es ver la ciudad paseando".

La zona del río es otro de los atractivos con los que cuenta la urbe zamorana. Las orillas del Duero bañan la ciudad y despiertan paz en los visitantes. Pero muchos de los turistas que se acercan a Zamora lo hacen por solo unas horas, como apunta María Rosa Rubio "es una pena que Zamora se vea solo en unas horas porque tiene mucho que ver y que disfrutar". Aconseja a los futuros visitantes que si cuentan como poco tiempo no dejen de visitar la catedral, caracterizada por su cimborrio que se puede considerar el monumento por excelencia de la capital, la joya de la corona dentro del patrimonio artístico zamorano. Además de verla por dentro, se aconseja la vista desde el río, sin duda una de las mejores panorámicas de este monumento.

El castillo y la muralla son las otras dos recomendaciones que un turista no se puede perder. Tanto por su enclave como por su entorno único.

Rubio invita a conocer las Aceñas de Olivares como "algo totalmente distinto, no existe en otras ciudades de la comunidad este tipo de monumentos de los antiguos molinos que se puedan visitar". Y es que en el interior de estas construcciones rehabilitadas podemos encontrar el Centro de Interpretación de las Industrias Tradicionales del Agua, por lo que la visita a esta orilla del Duero es doblemente interesante.

Dentro del románico ver alguna de las iglesias y sobre todo sugiere callejear por la ciudad.

Además recuerda que la ciudad cuenta con siete museos muy variados y cada uno interesante. Dependiendo del gusto del turista elegirá uno u otro pero recomienda no marcharse de Zamora sin haber visitado al menos un museo.