Aquona y Cruz Roja en Castilla y León han firmado un convenio de colaboración que, en materia de salud se centrará en la divulgación de la campaña "Ola de Calor" destinada a la promoción de consejos para reducir los efectos de las altas temperaturas en población de riesgo.

En plena época estival, desde Aquona recomiendan beber agua antes de tener sed. Para una persona adulta sana, el consumo mínimo recomendado es de 2 litros.

Campaña Ola de Calor

Con el lema "Yo me protejo ante el calor", Aquona y Cruz Roja en Castilla y León han suscrito un acuerdo de colaboración con el objetivo de promover y respaldar la labor de Cruz Roja en beneficio de las personas más vulnerables. En materia de salud, la colaboración se centrará en la divulgación de la campaña "Ola de Calor", destinada a la promoción de consejos para reducir los efectos de las altas temperaturas en población de riesgo, una campaña que se desarrollará hasta el 31 de agosto.

La importancia de estar siempre hidratados

El cuerpo humano está constituido mayoritariamente por agua: por término medio contiene 37 litros, lo que equivale al 66% (dos terceras partes) de la masa corporal de un adulto.

Debido a sus especiales características químicas y físicas, son muchos e importantes los efectos que el agua determina en nuestro organismo: contribuye a mantener las articulaciones y los músculos lubricados evitando así la fatiga muscular y los calambres, reduce el riesgo de problemas cardiacos, mejora la circulación sanguínea, previene la formación de cálculos renales y, por último, es fundamental para tener una piel sana y saludable; en definitiva, el agua es un elemento indispensable, es la fuente de la vida y el nutriente esencial de nuestro organismo pues de él depende en gran medida el funcionamiento correcto del cuerpo humano.

Como sabemos, perdemos agua casi continuamente, fundamentalmente a través de la orina y el sudor; por ello, para que nuestro cuerpo contenga la cantidad que necesita, es decir, para que esté convenientemente hidratado, tenemos que ingerir agua regularmente. También es necesario evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, debido a sus efectos diuréticos, y el de cafeína, porque contribuye a resecar el organismo.

Problemas causados por la deshidratación

Un déficit de agua puede dar lugar a cansancio, dolores de cabeza o sequedad cutánea, entre otros síntomas característicos de la deshidratación. Sabemos pues los problemas derivados de una hidratación inadecuada; pero, ¿cuál es la cantidad de agua que una persona debe ingerir diariamente? Es difícil establecer la dosis diaria más conveniente ya que, además de depender de cada persona, también viene determinada por múltiples factores e incluso situaciones: edad, sexo, clima, condición física, actividad deportiva, etc.

Para una persona adulta sana, el consumo mínimo recomendado es de 2 litros. De esta cantidad, entre el 75% y el 80% debe obtenerse de la ingesta de líquidos, principalmente agua, y el resto ha de proceder de alimentos sólidos, como fruta y verduras.

En el caso de los lactantes, niños, embarazadas y personas mayores, hay que tener en cuenta que, al ser más propensos a la deshidratación, sus necesidades hídricas son mayores.

Aquellos que realizan algún deporte o actividad física deben incluir en su rutina una correcta hidratación, antes, durante y después del ejercicio: se recomienda beber medio litro de agua 30 minutos antes de empezar a hacer ejercicio, hidratarse a intervalos regulares durante la práctica del mismo, y volver a hacerlo al terminar.

El calor y la sequedad ambiental favorecen la deshidratación; por tanto, durante la época estival es aún más importante si cabe mantenernos hidratados y, para ello, hemos de incrementar la cantidad de agua que bebemos.

Conviene saber también que la deshidratación no avisa, ya que la sed se manifiesta cuando el proceso de deshidratación ya ha comenzado y se ha perdido más del 1% del agua contenida en el cuerpo. Por tanto, para beber agua no tenemos que esperar a tener sed. Esto es especialmente importante en el caso de las personas mayores, ya que con la edad va disminuyendo la percepción de esta sensación hasta casi desaparecer completamente.

#YoBeboAguaDelGrifo

Un último apunte: no tengas ningún temor al beber agua del grifo; al contrario, se trata de agua potable garantizada, lo que significa según la OMS que cualquier persona puede beberla todos los días durante toda su vida, sin riesgo para su salud. La garantía de potabilidad viene dada por el hecho de haber superado rigurosamente todos os controles que marcan las autoridades sanitarias. No olvides que el agua potable es el recurso más vigilado y controlado del mundo.